La Dirección General de Tráfico ha advertido que dejar bolsas de la compra en el asiento trasero del vehículo podría conllevar una multa de hasta 200 euros. Este aviso se produce tras la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico en marzo, la cual incluye varias actualizaciones en el código de sanciones por comportamientos potencialmente peligrosos para la seguridad vial.
La normativa destaca como una infracción el acto de colocar objetos sueltos, como bolsas del supermercado, en los asientos traseros del coche. La razón detrás de esta medida es que, en caso de una frenada brusca, estos objetos pueden proyectarse hacia delante, ocasionando riesgos a los ocupantes y distracciones para el conductor. Esta práctica, aunque común por la comodidad o con el maletero lleno, se identifica como un riesgo vial que ahora es susceptible de sanción.
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El peligro se incrementa notablemente si se produce un frenazo fuerte, ya que los objetos podrían impactar contra el parabrisas o interferir con la atención del conductor, lo cual podría derivar en accidentes de tráfico. La DGT insiste en la importancia de mantener el habitáculo libre de elementos que puedan convertirse en proyectiles, haciendo un llamado a la conciencia y a la precaución de los automovilistas para evitar sucesos lamentables y sanciones.
El efecto elefante
Según un estudio realizado por la empresa Volkswagen, el 47% de los conductores en España lleva objetos sueltos dentro de la cabina del vehículo y un 29,6% usa espacios portaobjetos. No obstante, desde la Dirección General de Tráfico sostienen que en caso de choque o que se produzca un frenazo brusco, la inercia de los objetos pueden ser peligrosos para mantener la seguridad, pudiendo convertirse, en algunos casos, en auténticos proyectiles.
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Estos proyectiles, en caso de golpear con alguno de los ocupantes, pueden herirlos de forma grave. Un peligro que no se circunscribe únicamente a grandes objetos, sino a objetos cotidianos como un teléfono, un juego infantil o un bolso. Este tipo de cosas pueden llegar a multiplicar su peso por 40 a una velocidad de 50 kilómetros por hora, una velocidad más que habitual en las ciudades.
Hay que tener en cuenta que la velocidad y la desaceleración aumentan exponencialmente el peso de los bultos, por lo que, por ejemplo, en un accidente a 50 kilómetros por hora, un bolso de cuatro kilos transformará su peso en, alrededor, de los 158. Por esta razón es imprescindible tener en cuenta algunos de los consejos que tanto la Guardia Civil como la Dirección General de Tráfico han compartido durante estos días. La principal recomendación es instalar el equipaje en el lugar destinado para tal fin: el maletero.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado advierten de que, durante cualquier trayecto, los bultos deben ocupar cada uno su espacio en el maletero, por eso recomiendan que para evitar su desplazamiento, es importante instalar algún sistema de sujeción como alguna red o pulpos.