Este 6 de diciembre se puede decir que es uno de los días más especiales del año, pues se han juntado varios aspectos que lo definen como tal. En primer lugar, es el inicio de uno de los puentes más esperados, el cual permite realizar ese viaje de última hora que tanto estábamos esperando. Todo ello, en mitad de las guirnaldas, luces y árboles adornados que anuncian la llegada inminente de la Navidad. Y es que, esta época tampoco se entiende sin los dulces.
El polvorón, el turrón, los mantecados y el chocolate son los postres estrellas en las sobremesas durante la Navidad. Este último, además, recibe hoy, 6 de diciembre, un homenaje con el estreno de una de las películas más esperadas del año: Wonka. En ella, se narra la vida de este acérrimo chocolatero que hizo del cacao todo un arte. Con su espectacular fábrica, era capaz de crear cualquier cosa a partir de este ingrediente, muestra de ello es la construcción del palacio de chocolate para el príncipe indio Pondicherry.
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Sin embargo, esto es solo la ficción resultante de la gran imaginación de su creador Roald Dahl, aunque en la realidad, muchos pueblos españoles destacan por las grandes e históricas fábricas de chocolate que poco tienen que envidiar a la de Wonka. Así, desde EscapadaRural han elaborado una selección de cuatro fábricas españolas que destacan por encontrarse en bonitas localidades y por su buen hacer en todo lo relacionado con este dulce.
Chocolate Jolonch, en Lleida
¿Quién imaginaría que en un pequeño pueblo se encontraría una de las fábricas de chocolates en funcionamiento más antiguas de España? Desde 1770, Xocolata Jolonch produce chocolates artesanos en Agramunt, siendo su especialidad el típico a la piedra. A día de hoy, todavía se utilizan los métodos tradicionales de elaboración, los cuales pueden verse visitando su obrador que, según los propietarios, es un verdadero museo.
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Para completar la experiencia, en el pueblo se puede visitar lugares como la Iglesia de Santa María, la casa consistorial y antigua cárcel, y la Plaça Mercadal. Además, podremos alojarnos en la encantadora Cal Viladot. El alojamiento cuenta con una impresionante sala-comedor en la que se encuentra la biblioteca particular del anterior propietario, el artista Guillem Viladot.
Chocolate Brescó, en Huesca
En el año de 1836, la familia Brescó-Escolà decidió comprar una parte del segundo convento escolapio de Benabarre para ser sede de la chocolatería Brescó. Aquí fue donde se inició una larga tradición familiar de maestros chocolateros, donde, hoy en día, se siguen produciendo chocolates de calidad.
En el centro del pueblo oscense, junto a la iglesia, se puede visitar el Museo Obrador del siglo XVIII, situado en la casa Brescó, donde se puede ver cómo se elaboraba el chocolate siglos atrás. Además, se puede completar la visita callejeando por Benabarre, donde se descubre una coqueta villa de época medieval, vigilada por su castillo gótico.
Y para que la experiencia sea inolvidable, uno puede descansar en la Casa Rural Benabarre L’Era. El alojamiento dispone de nueve plazas y cuenta con jardín, terraza, chimenea y mucho más. Durante la estancia se pueden visitar lugares como las bodegas de D.O. Somontano, Graus o Roda de Isábena.
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Kaitxo, en Bizkaia
Kaitxo nace de la pasión por los chocolates gourmet de una de sus fundadoras. Creada en 2017, la marca familiar se dedica a elaborar cafés y chocolates. Estos últimos proceden del cacao tratado en excelentes condiciones y sus productos son desarrollados a través de un proceso del haba a la tableta, según señalan en su página web, esta es “una técnica artesanal que pretende potenciar al máximo el sabor del cacao”.
El obrador está situado en Balmaseda, una encantadora villa de poco más de 7.600 habitantes. Y es que este municipio cuenta con un rico patrimonio cultural. Prueba de ello son la iglesia de San Severino y el templo gótico de San Juan. Es un placer ver su Puente Viejo con su torreón. Y los amantes de la naturaleza, pueden realizar el recorrido hasta la cumbre del Kolitza, uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia.
A poco más de cuatro kilómetros de Balmaseda, el viajero se puede alojar en el Palacio de Horkasitas. Situado en el pueblo de Arcentales, el palacio se encuentra en un terreno de 10.000 metros y cuenta con una zona arbolada, cascada, estanque. Además, dentro del alojamiento se puede disfrutar del calor de la chimenea o de un relajante baño en la bañera de hidromasaje.
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Abuela Ili Chocolate, en Granada
Inaugurada en el 2007, Abuela Ili Chocolate nace como un homenaje a la madre del propietario, Mauricio, y a su hija. Según indican en su página web, esta es la primera chocolatería artesana de Andalucía, que fue expandiéndose y consolidándose a lo largo de los últimos años.
Hoy en día, Abuela Ili distribuye chocolate en diferentes ciudades del país y su tienda situada en Pampaneira recibe anualmente miles de turistas, “contribuyendo al desarrollo económico local y a evitar la despoblación rural”, destacan. Además de visitar la tienda, desde EscapadaRural recomiendan pasear por las calles del pueblo que es la joya de la Alpujarra Granadina.
Pampaneira es un destino muy romántico, por lo que si queremos sorprender a nuestra pareja, podremos alojarnose en la Cueva de Cora, que cuenta con una cama doble de matrimonio y un amplio jacuzzi acompañado de sales de baño, bombas de jabón y champagne.