La crisis interna entre la Dirección de Alberto Núñez Feijóo y el PP catalán ha sido intensa, con zarpazos públicos y miedo a una repercusión electoral. Pero todo parece volver a su cauce, o al menos, parece tener algún cauce. El congreso del PP de Cataluña sigue sin fecha, pero la tendrá y no en un futuro lejano, confirman fuentes de la Dirección nacional del partido a Infobae España. Desde Génova no querían apresurarse a hablar de calendarios cuando todo estaba revuelto, ya que no podían presentar a un candidato con los subientes apoyos como para desbancar a Alejandro Fernández.
Y es que insistían en una renovación del PP catalán, sobre todo, de su cara visible, para que dejase de ser el PP “en” Cataluña, para convertirse en el PP “de” Cataluña. Parte de este objetivo sigue intacto en la mente de los populares, necesitan entidad propia en esta comunidad, tan importante a nivel nacional como a nivel autonómico y municipal. Cataluña suma muchos escaños, de hecho, los disputados en las urnas del 23 de julio permitieron una mayoría parlamentaria al PSOE. Pedro Sánchez sumó 19 parlamentarios solo en esta comunidad autónoma, mientras que el PP se quedó con 6, mejorando sus resultados, pero no lo suficiente. Eso sí, pudieron exhibir los 470.000 votos que superaban en número a los de ERC y también a los de Junts.
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Por ello, desde Génova buscaban cambio, y barajaban varios nombres para el mismo, como el del alcalde de Castelldefels, Manu Reyes, de la total confianza de Feijóo; el de Daniel Sirera, líder del partido en Barcelona; también estaba Xabier Albiol, el alcalde de Badalona; o Dolors Montserrat, con cada vez más fuerza en Bruselas. Ninguno de estos nombres se corresponde con el del líder actual del partido, Alejandro Fernández, que jamás hizo ningún amago de dar un paso a un lado, y no lo ha dado, ni parece que lo vaya a dar.
Desde el cuartel general de Génova aseguran a este medio que no van a ir contra ningún nombre. Tampoco propondrán uno propio, eso sí, abren la puerta a que Alejandro Fernández no esté solo en la pugna por la candidatura de los populares a la Generalitat de Catalunya. Quien quiera entrar, tiene la puerta abierta. Eso ya es un gran paso, puesto que las últimas manifestaciones de Génova seguían por la senda de la renovación, lo que también suponía el cambio de liderazgo. El escollo era que tenían que celebrar un congreso, que lleva ya un año de retraso y los días siguen contando, lo que se suma a la presión de que un adelanto electoral en Cataluña les sorprenda a medio vestir.
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Desde el entorno de Alejandro Fernández perciben las aguas más calmadas y lo celebran, buscan ese diálogo al que también se abre la Dirección Nacional del partido. Y, en este momento, prefieren discreción, lo que es una buena señal en el seno de cualquier negociación. Pero el trabajo no está todavía hecho, ni mucho menos. Génova no lo pone tan fácil, y extiende ya sus condiciones para que esta tregua se traduzca en apretón de manos durante el congreso del PP de Cataluña.
Ganar, ganar y ganar
Son varias las condiciones y las advertencias de Génova para dar el visto bueno a la candidatura de Alejandro Fernández. Quieren dejar claro que, aunque no van a echar atrás a su candidatura, si llega otra a la mesa de Génova con los apoyos suficientes en el PP de Catalunya, entrará en la pugna; el PP catalán tiene que tener personalidad propia y no ser un satélite del PP nacional, y ponen de ejemplo al de Galicia, capaz de confrontar con Génova, pero que se busca las habichuelas para lograr unos buenos resultados.
Piden proyectos claros y cifras. Quieren ganar poder a toda costa en las elecciones catalanas y también en unas eventuales generales. Para ello, piden bocetos claros para cumplir estos objetivos. Así pues, se abren a los que puedan venir y elegirán el que mejor encaje con un PP catalán “ganador” y con personalidad propia.