Lobos, sapos, murciélagos... estas son algunas especies que Más Madrid quiere que Ayuso proteja

El grupo parlamentario presenta este martes una PNL para que el Gobierno regional actualice el catálogo de especies silvestres protegidos y que se incluyan nuevas aves, anfibios e insectos

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Un lobo fotografiado en Zamora. (EFE/Mariam A. Montesinos)
Un lobo fotografiado en Zamora. (EFE/Mariam A. Montesinos)

Lobos, sapos y murciélagos. Podría parecer el inicio de un cuento de miedo para asustar a los más pequeños, pero el tema es más serio. Son algunas de las especies animales que Más Madrid quiere que el Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso incluya en el catálogo de especies protegidas. De hecho, este grupo parlamentario presenta este martes en la Asamblea de Madrid una proposición no de ley para que la Comunidad de Madrid elabore y apruebe un nuevo Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, sustituyendo así al vigente de 1992 y que está un poco desfasado.

Para Alejandro Sánchez, diputado de Verdes Equo dentro de Más Madrid, “la protección de las especies es una necesidad imperiosa para evitar la crisis de la biodiversidad y asegurar el pleno funcionamiento de los ecosistemas. Legislativamente, está desarrollada en una profusa normativa estatal y europea”, como es la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, así como las directivas europeas denominadas de Aves y de Hábitats. Son solo algunos ejemplos.

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Estas herramientas legales cuentan, como elementos principales para garantizar la conservación de las especies, con catálogos donde se enumeran las que tienen distintos grados de amenaza, determinando, por tanto, una cierta prioridad de actuación por parte de cada administración. En España está vigente el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Dicho decreto clasifica las especies amenazadas en tres categorías: en peligro de extinción, vulnerables y protección especial. “Y es de aplicación en todo el Estado e implican que las Comunidades Autónomas deben desarrollar planes de recuperación para las especies en peligro de extinción y planes de conservación para las especies vulnerables”, señala el diputado Sánchez. Además, casi todas las Comunidades cuentan con sus propios catálogos, en donde se incluyen especies, subespecies o variedades de particular interés en el ámbito geográfico correspondiente. “Algo lógico, puesto que una especie que puede ser común y ampliamente distribuida a nivel europeo o español, puede ser rara o incluso estar amenazada en una comunidad determinada”.

Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, soltando un ejemplar de águila imperial ibérica. En Madrid ya hay 90 parejas reproductoras
Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, soltando un ejemplar de águila imperial ibérica. En Madrid ya hay 90 parejas reproductoras

Para Más Madrid, los catálogos regionales son importantes para atender a la conservación de la biodiversidad a nivel de raza geográfica o subespecie. ¿Qué especies habría que proteger? En primer lugar, el lobo. La presencia de este carnívoro en la comunidad de Madrid es ya una realidad. El Gobierno regional tiene actualmente documentadas cinco manadas con unos 36 ejemplares que se mueven por la zona alta de la región (Sierra del Rincón, Valle del Lozoya y alrededores de Santa María de la Alameda). Desde el año 2021, todas las poblaciones de lobo ibérico figuran dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que prohíbe su caza salvo en circunstancias muy concretas.

La Comunidad de Madrid cuenta con su propia Ley 2/1991, de 14 de febrero, para la Protección y Regulación de la Fauna y Flora Silvestres en la Comunidad de Madrid y un posterior decreto de 1992 por el que se aprueba el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Un decreto que incluye además la redacción de planes de recuperación, conservación o manejo de las especies catalogadas en el plazo de dos años.

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“Lamentablemente, han pasado más de 30 años y la Comunidad de Madrid no ha aprobado ni uno solo de estos planes, a los que estaba obligada no solo por dicho decreto, sino por el nacional aprobado en 2011. Desde entonces se han cumplido también con creces los plazos establecidos: de tres años para tener los planes de recuperación de las especies decretadas en peligro de extinción, y de cinco años para los planes de conservación de las especies declaradas vulnerables”, concluye Sánchez. Para Más Madrid es necesario actualizar la legislación autonómica vigente desde los años 90 y adaptarla a la legislación estatal y europea.

El catálogo regional tiene importantes ausencias de especies descubiertas o redescubiertas durante los últimos 30 años que deben ser incorporadas. La Consejería de Medio Ambiente ya cuenta con distintos informes técnicos donde se señalan muchos de estos defectos para distintos grupos de flora y fauna. Entre esas ausencias flagrantes estarían varios tipos de escarabajos como el buprestis sanguinea, eupotosia mirifica, mylabris uhagonii, scarabeus pius, meloe variegatus, y el escarabajo avispa neoplagionotus marcae, que es una especie completamente nueva, hallada en 1997, en el parque del sureste de Madrid.

El escarabajo avispa 'neoplagionotus marcae'
El escarabajo avispa 'neoplagionotus marcae'

También habría que añadir al menos ocho especies de libélulas, una de mosca, otra de hormiga y una chinche de campo. Habría que incluir además seis especies de mariposas, como las nocturnas agrotis yelai y eremopela lenis, la muy amenazada hormiguera oscura (phengaris nausithous), la recientemente descubierta en Madrid en 2016, la cejirrubia callophrys avis, la chazara prieuri, y sobre todo, la nueva especie de Aranjuez clepsis laetitiae (descrita en 1997). Más Madrid también suma a la lista el caracol de agua dulce pseudamnicola subproducta; el mejillón de río potomida littoralis; siete especies de peces como la trucha común, el calandino, la bermejuela, la pardilla, el gobio, el cacho y la colmilleja; cinco anfibios como la la salamandra, el tritón jaspeado y el tritón pigmeo, el sapo partero y el sapillo pintojo; y al menos dos reptiles: el lución y el eslizón.

Sin olvidar una decena de aves, entre ellas la malvasía, el chorlitejo chico, la tórtola, la terrera y la collalba rubia, y muchas otras deberían subir a la categoría de en peligro de extinción, como la avutarda, el sisón, la ganga, la ortega o la carraca. La renovación del catálogo debería incluir a ocho especies de murciélagos, la rata de agua, y evaluar el estado de otros carnívoros, como el turón.

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El Gobierno regional, insisten desde Más Madrid, “debe redactar y aprobar los planes de recuperación y conservación de las especies catalogadas a nivel estatal y presentes en la comunidad de Madrid, que aseguren la supervivencia de estas especies en la región y garanticen la necesaria seguridad jurídica a los madrileños que interactúan con ellas, ya que se han superado con creces los plazos correspondientes. Gracias a su posición biogeográfica y su orografía, Madrid tiene una importante biodiversidad en la que se encuentran representadas una gran cantidad de especies amenazadas, raras e incluso endémicas del Sistema Central”.

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