Hay pocos personajes que tengan tanto poder de convocatoria como Isabel Preysler y el último ejemplo ha estado en la presentación de su nuevo proyecto. Este lunes 4 de diciembre la socialité ha presentado Isabel Preysler: Mi Navidad, la nueva apuesta de Disney+ protagonizada por ella misma en la que desvela cómo pasa su familia estas fiestas tan señaladas.
Se trata de un ambicioso proyecto de dos capítulos en el que la filipina abre las puertas de su casa, la mansión conocida popularmente Villa Meona por su gran número de cuartos de baño, a todos aquellos que quieran ‘entrar’ a echar un vistazo. Para presentar esta docuserie, un formato en alza entre los rostros conocidos, Disney+ ha apostado por uno de los edificios emblemas de Madrid, el Hotel Ritz, donde en uno de sus salones se han dado cita diferentes medios de comunicación, entre los que se encontraba Infobae España.
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El establecimiento, inmerso ya en la época navideña, le ha prestado así sus adornos a Isabel, a quien no podía irle mejor la decoración para promocionar su salto al mundo Disney. Sin embargo, todo el brillo, glamour y sofisticación del ambiente se quedó empañado por la tardanza de la anfitriona, que llegó 45 minutos tarde a su propia presentación. Una espera que se hizo aún más larga por la ausencia de un mínimo de servicios a los periodistas que sí llegaron puntuales y a quienes incluso se les rechazó un vaso de agua, invitando desde la organización a beber del grifo “del baño”.
Pero “todo lo bueno se hace esperar”, como dice el refrán, y la madre de Enrique Iglesias se subió al escenario por fin a las 19:20, irradiando ese je ne sais quoi tan suyo, enfundada en la mejor de sus sonrisas y, eso sí, sin siquiera articular una tibia disculpa con su retraso. Y aunque era a ella a quien el público esperaba, el primer turno de palabra fue para el presentador de la velada, Carlos Latre, que llevó con agilidad la presentación de este proyecto, dejando un gran sabor de boca. A su lado se encontraba Manu Montejo, el director del programa, que dejó claro en varias ocasiones lo buena anfitriona que es Isabel.
Enfundada en un elegante traje negro con chaqueta bordada, la reina de corazones comenzaba comentando cómo empezó todo: “Hace un año me llamó Susana (Uribarri) con esta idea para el especial de Navidad. Me chocó un poco al principio y me sorprendió, pero luego dije: ¿por qué no?”.
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Un tanto tímida ante la sala, algo que luego explicaba ella misma al confesar que no tiene “una facilidad para estar delante de las cámaras, no me desenvuelvo bien, como sí tienen mis hijos”, Isabel se convirtió ya por fin en la gran protagonista de la tarde.
Disney+ había preparado algo muy especial y mostró diferentes clips de Isabel Preysler: Mi Navidad, abriendo la boca a todos los presentes. Lo mejor no eran los documentos gráficos, que también, sino las declaraciones de la protagonista, que se ha abierto como nunca, desvelando detalles de lo más sorprendentes.
La abuela Lala
En el primero de estos fragmentos se la podía ver desayunando, enfundada en una bata y hablando de su familia. Isabel confiesa que le gusta desayunar sola, sin que nadie la moleste y totalmente tranquila, aunque hay una excepción: sus nietos. “Son los únicos que tienen carta blanca para hacer lo que les da la gana”, cuenta divertida en la serie.
“Con los nietos se me cae la baba. Ellos entran todo el rato en mi habitación por la mañana con sus juguetes, aunque a mí me gusta desayunar tranquila, pero a ellos les consiento todo”, sigue contando, dejando claro que los pequeños de la familia pueden hacer lo que quieran con ella. “Ellos me llaman Lala”, ha revelado, a la vez que ha afirmado que su familia es lo más importante.
También ha llamado mucho la atención su desayuno, una curiosa combinación de líquidos y frutas del que dice que “Tamara siempre dice que mi desayuno es muy raro” y que solo cuando tiene por delante “un día largo” añade unas tostadas. “Tengo la tensión muy baja y por eso empiezo el día poco a poco sin llamadas ni nadie que me moleste”, ha seguido Preysler.
La presencia de Miguel Boyer
Aun sin estar, no ha faltado en esta cita el recuerdo a Miguel Boyer, su marido, quien falleció en septiembre de 2014 y de quien han rescatado para este proyecto varios vídeos en los que se le ve en Navidades junto al resto de la familia. “Qué recuerdos más bonitos. Ahí está Miguel... Él disfrutaba mucho de la Navidad”, ha contado emocionada. “Lo pasaba estupendamente con los niños. Siempre preparaba regalos y unos sobres, uno para cada uno, y los ponía en los calcetines, les ponía algo de dinero dentro”, ha narrado.
“Miguel era muy de celebrar todo, le gustaba mucho, era muy disfrutón”, ha seguido Isabel, que ha evidenciado lo importante que fue para todos, pues se convirtió en alguien “muy querido” para sus hijos, especialmente para Tamara, ya que ella le conoció era muy pequeño. “Carlos (Falcó) fue un padre excelente, pero Miguel fue un pilar importante en la vida de Tamara. Cuando le firmaba cosas, él le ponía ‘tu casi padre’. Ella le adoraba”, ha afirmado con añoranza. “Su última Navidad, que ya estaba enfermo, Miguel bajó al salón, cenó con nosotros y lo disfrutó”, ha seguido recordando Isabel Preysler, que volvía a emocionarse al hablar sobre el que quizás fue el gran amor de su vida.