Si algo caracteriza a Asturias es su bello patrimonio natural. Cuenta con infinidad de rincones mágicos que cautivan al viajero gracias a su amplia variedad. En ella, sus costas escarpadas combinan a la perfección con la paz que proyectan sus playas paradisiacas, a las que se le suma un interior donde los valles y prados inundan los pequeños pueblos. Así, se ha convertido en un referente dentro del turismo rural gracias, también, a los senderos que permiten descubrir todos estos secretos.
En este sentido, Asturias esconde entre sus bosques un tesoro natural que deja con la boca abierta a cualquiera que lo visite. Para llegar hasta él, tan solo hay que realizar una sencilla ruta de senderismo que depara múltiples sorpresas. Estamos hablando del sendero de A Semeira, un recorrido que permite conocer una de las cascadas más bonitas de España y la cual da nombre al recorrido.
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Se trata de un camino sencillo de casi siete kilómetros de longitud, en sentido ida y vuelta, y que se tarda en completar alrededor de dos horas y media. Es un plan perfecto para hacer en compañía de la familia y amigos si se está por la región, ya que la belleza que atesora es incalculable. Esta transporta al viajero a un paraje de cuento donde la naturaleza y el agua son los fieles acompañantes.
Una cascada, un pueblo abandonado y valle misterioso
El punto de partida de la ruta se encuentra en la localidad de Pumares, concretamente en el área recreativa del municipio. Desde allí, se inicia un sendero que sigue el curso del el río Agüeira hasta adentrarse en un bosque legendario. Con una exuberante vegetación, se caracteriza por la presencia de especies de ribera tales, robles y castaños, los cuales el paso del tiempo ha moldeado de tal forma que los ha convertido en impresionantes monumentos naturales.
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Este bello entorno crea un espectacular contraste al paso de la Ancadeira, un impresionante pueblo abandonado del cual se pueden apreciar un gran número de construcciones y es la huella de la importancia que antaño tuvo el lugar. Pero esto no se queda aquí, pues tras atravesar esta localidad, el viajero se adentra en lo que se conoce como el ‘Valle del Desterrado’. Se trata de un paraje mágico y misterioso que es la última parada antes de llegar a la joya de esta ruta.
Pasando el valle, el viajero se sorprende con la majestuosidad de la cascada de A Semeira, un salto de alrededor de 30 metros de altura donde el agua cae sobre la roca dando lugar a un increíble espectáculo visual y sonoro. A su vez, a la izquierda y tras cruzar un pequeño puente, se sitúa el pueblo de Busqueimado.
En él se puede disfrutar de una pintoresca capilla, consagrada a San Pedro, y acompañada de dos impresionantes tejos catalogados como monumento natural. Para volver, tan solo hay que deshacer lo andado y tomar el camino de vuelta.
Cómo llegar
Desde Oviedo, el viaje hasta Pumares es de alrededor de 2 horas por la vía A-64. Por su parte, desde Gijón, el trayecto tiene una duración estimada de 1.50 horas por la carretera AS-I.