Rafa Nadal está de vuelta después de casi un año de baja por su lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda, con afectación al tendón y necesidad de pasar por el quirófano. El manacorí, que no juega un partido oficial desde que perdiese el pasado 18 de enero en segunda ronda del Open de Australia ante Mackenzie McDonald, ya ha puesto fecha a su regreso a la competición. Será la primera semana de enero en el torneo de Brisbane, preparatorio para el primer Grand Slam de la temporada, el Open de Australia.
Tres días después de hacer pública la noticia del mes, Nadal se ha sincerado a través de sus redes sociales. “Tengo y he tenido miedo de anunciar las cosas porque al final es un año sin competir y es una operación de cadera, pero lo que más me preocupa no es la cadera, sino todo lo demás. Creo que estoy preparado y confío y espero que las cosas vayan bien y que me dé la oportunidad de disfrutar en la pista otra vez. Espero de mí no esperar nada, esta es la verdad. Tener la capacidad de no exigirme lo que me he exigido durante toda mi carrera. Creo que estoy en una época diferente, en una situación y en un terreno inexplorado, con lo cual uno tiene interiorizado lo que ha hecho durante toda su vida, que es exigirse el máximo.
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Sigue su plan de ruta
Nadal sigue elevando la intensidad de sus entrenamientos antes de regresar al circuito ATP desde el inicio de 2024. Como parte de la pretemporada, que ha transcurrido mayormente en su academia de Manacor, viajará a Kuwati, a otro de sus centros de entrenamiento, en el que se entrenará junto al joven francés Arthur Fils. El broche a la preparación tendrá lugar en Mallorca, hasta los últimos días de diciembre, en los que Rafa Nadal viajará a Brisbane para disputar su primer torneo en los últimos 12 meses.
“Yo ahora mismo lo que espero es ser capaz de no hacerlo, de no exigirme el máximo. De aceptar que las cosas van a ser muy difíciles al comienzo y darme el tiempo necesario y perdonarme que las cosas vayan mal al comienzo, que es una posibilidad muy grande. Pero saber que puede haber un futuro no muy lejano en que las cosas pueden cambiar si mantengo la ilusión y el espíritu de trabajo y el físico me responde, sin ninguna duda”, finaliza.
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Su puesto en el ranking le obliga a jugar los torneos sin escudo
Un año que bien podría ser el último en el que se le vea en activo, con dos citas a buen seguro marcadas en rojo en su calendario: Roland Garros y los Juegos Olímpicos de París, cuyo torneo tenístico se disputaría, precisamente, en las instalaciones de la competición fetiche del balear. Todavía no se sabe con exactitud cuándo volverá Nadal a la acción. La lesión en el psoas ilíaco que le ha obligado a estar en el dique seco durante prácticamente todo 2023 no ha sido cosa menor, y ha requerido de un tiempo considerable de inactividad que ha mermado su clasificación en el ranking ATP.
Este año se ha quedado fuera del top 10 por primera vez desde el 2005, que fue cuando ganó su primer grande (Roland Garros, con 19 años). El de Manacor ocupa actualmente el puesto 662 del ranking ATP, quedándose con solo 45 puntos, los conseguidos este año en el Open de Australia. Esta semana ha perdido 210 de los 255 puntos que figuraban en su casillero y que defendía en el Masters 1000 de París-Bercy. Su vista está puesta en poder regresar la próxima temporada a la gira australiana y disputar el primer Gran Slam del año en Melbourne.