Lluvias, niebla, tormentas, nieve… El mes de diciembre trae consigo condiciones meteorológicas adversas que nos obligan indirectamente a cambiar nuestra rutina al conducir. Las fuertes lluvias implican salir de casa con más antelación de lo habitual, ya que las condiciones climáticas pueden afectar significativamente el tráfico.
Con la llegada de borrascas, se observa un aumento en la congestión de las carreteras, así como en la incidencia de accidentes e imprevistos. Además, este volumen de conductores aumenta porque muchos conductores intercambian las motos por sus coches o para trayectos cortos, en vez de ir andando o en bicicleta, prefieren coger el coche para no mojarse. Por tanto, es conveniente ejercer una mayor precaución al volante durante este periodo, según recomienda la Dirección General de Tráfico (DGT).
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El fallo que se comete en Madrid es que a pesar de conocer que las carreteras se colapsan porque aumenta el número de conductores, se sigue conduciendo de la misma manera que siempre y esto no debería ser así, ya que con lluvia no se conduce igual. Lo primero que debería corregirse según apunta la DGT es la distancia de frenado. En situaciones en las que el temporal se inclina hacia las fuertes lluvias, no es suficiente mantener 100 metros como distancia de seguridad entre dos vehículos, sino que es de vital importancia, que este espacio aumente significativamente y así reducir posibles accidentes que se cometen cuando se produce un acordeón de frenazos.
“Con la lluvia, la distancia de frenado se alarga y la visibilidad se reduce”, asegura el organismo. Para ello, tráfico dota a los ciudadanos con algunas recomendaciones: evitar las maniobras bruscas, aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad y llevar los neumáticos en buen estado con los mejores aliados, son algunas de las que cita en su página web.
Las ruedas se agarran peor sobre el asfalto mojado, a no ser que, para la temporada de invierno, utilices unas ruedas especiales. Si no es así, la frenada tendrá que ser más larga para evitar así tener un posible accidente. Según la cadena de talleres Euromaster, el mal estado de los neumáticos causa el 30% de los accidentes de invierno. Una posibilidad para reducir este porcentaje es revisando el dibujo de las ruedas y la presión. Además, de llevar cadenas en el caso de que nieve.
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📢☃️La nieve ya está presente en #Huesca:
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) December 4, 2023
🔴⛓️Obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de invierno en:
➡️N-260 a en Torla.
➡️N-330 a N-330 b en Candanchú.
🟡⛔️🚚Prohibido camiones y articulados:
➡️A-136 en Escarilla.
➡️A-2606 en Panticosa.
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Estos son algunos fallos que se cometen al volante con el mal temporal
Así como el ser humano cambia sus prendas de ropa a la llegada del invierno, la conducción debe adecuarse a las variantes atmosféricas que nos presentan los meses de invierno. En situaciones dónde el viento sopla o la lluvia cae, se debe reducir la velocidad y sujetar con fuerza y firmeza el volante, especialmente si se va a realizar un cambio de carril o adelantamiento. A continuación, encontrarás cuáles son los errores clave que se cometen en la conducción en esta temporada invernal.
- No salir de casa con tiempo suficiente: a sabiendas de que las carreteras van a estar más congestionadas, algunos conductores van con la “lengua fuera” en situaciones de lluvia, algo que puede resultar peligroso, pues se tiende a no reducir la velocidad y dejar cada vez menos distancia de seguridad. Si todos los coches aumentan su distancia de seguridad y reducen la velocidad, es lógico que vayas a llegar más tarde si sales con el mismo tiempo con el que salías antes de que el invierno llegara. Por tanto, sé previsor y sal antes de casa.
- No cambiar los neumáticos: las ruedas hacen que el vehículo se agarre mejor o peor al suelo, que por el mal temporal, resulta más deslizante. El dibujo de las ruedas sirven para desalojar el agua y que haya el máximo de huella de goma en contacto con el asfalto. Cuanto más profundo el dibujo, más agarre tendrá y echará más agua fuera de la carretera.
- Ser el primero que pasa por el charco: si es posible y tienes al menos a un coche delante, intenta seguir su huella y el camino que te va a abriendo, ya que una parte del agua ya estará fuera del charco y el neumático tendrá que trabajar menos. En ocasiones no se diferencia la profundidad de los charcos y puede que pierdas el control sobre la dirección de tu coche.
- Dejar que se empañen los cristales reduce tu visibilidad de dirección: el vaho en las ventanillas y parabrisas es peligroso porque afecta a la claridad de tu camino. Los fabricantes recomiendan conectar el aire acondicionado al menos una vez por mes, para que se mantenga lubricado el sistema. Hoy en día ya existen productos que previene que se te empañen los cristales.
- Los limpiaparabrisas dejan surcos: las escobillas también se desgastan y la goma se puede deteriorar con el tiempo. Para ello, puedes limpiar la goma con un tramo, agua y jabón para reducir la suciedad, ya que si no podrá dificultarte la visibilidad.
Que el coche sea nuevo no te exime de seguir estos pasos para llevar una correcta conducción vial en tiempos lluviosos. No importa la cantidad de sistemas de ayudas que tenga el coche, como el ABS o el ESP, que pueden ser útiles en caso de accidente, pero que, al mismo tiempo, debes poner el ojo en los neumáticos, limpiaparabrisas, y todos los pasos anteriores.