El mes de diciembre es sinónimo de gastos. Las celebraciones navideñas, los viajes, las cenas de empresa y los regalos llevan asociado un fuerte desembolso que no todos los hogares pueden soportar. La paga extra de Navidad se configura, para muchas familias, como un balón de oxígeno en una época del año complicada. Los trabajadores que tienen repartido su salario en 14 pagas anuales reciben este mes una doble nómina, que tiene el objetivo de hacer frente a los gastos adicionales propios de estas fechas. Los empleados, sin embargo, no siempre disponen de esta gratificación.
La mayoría de los trabajadores en España tiene, por contrato, 14 nóminas anuales, incluidas las dos pagas extra, aunque la retribución también se puede repartir en 12 mensualidades, con el salario bruto anual prorrateado. La suma final es en ambos casos la misma y la única diferencia radica en la gestión del presupuesto familiar. En el primero de los casos, los trabajadores cobran siempre la misma cantidad, mientras que en el segundo, la asignación se multiplica por dos en los meses de junio y diciembre. La duda está en cuál es la mejor opción para organizar los gastos familiares sin demasiadas complicaciones.
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La paga extra está recogida en el artículo 31 del Estatuto de los Trabajadores, que reconoce el derecho de los trabajadores a recibir “dos gratificaciones extraordinarias al año, una de ellas con motivo de las fiestas de Navidad y la otra en el mes fijado por convenio colectivo o por acuerdo entre el empresario y los representantes legales de los trabajadores”. La selección de las fechas suele responder a una cuestión presupuestaria, con las vacaciones de verano y la cuesta de diciembre como puntos de referencia. El mismo documento contempla la posibilidad de que “las gratificaciones extraordinarias se prorrateen en las doce mensualidades” si así lo establece el convenio colectivo.
Las ventajas y los inconvenientes de la paga extra
La selección de uno de los sistemas de retribución depende, en gran medida, de las necesidades económicas de cada trabajador. Los expertos recomiendan que las personas con una economía doméstica mejor organizada opten por las 12 pagas. Los ahorradores y la gente que autogestiona sus finanzas se decantan mayoritariamente por esta opción. Las familias que tienen más problemas para ahorrar y son menos organizadas prefieren, por norma general, las 14 pagas. Con esta fórmula, los trabajadores pueden afrontar los gastos excepcionales de las vacaciones sin grandes alteraciones en la cartera.
Las personas que reciben el salario en 12 pagas, muchas veces, tienen la sensación de que cobran una cantidad más elevada, pero lo cierto es que, cuando termina el año, la suma de las retribuciones es siempre la misma. La paga extra de Navidad suele llegar al bolsillo de los trabajadores entre los días 15 y 25 del mes de diciembre. Los pensionistas también reciben esta doble mensualidad cuando se termina el año, aunque la Seguridad Social suele adelantar más los pagos.