La cruzada del PP contra la amnistía se desinfla en Debod: “La indignación no desaparece, pero el pinchazo era previsible”

El PP ha reunido este domingo a miles de personas en un nuevo acto contra la amnistía. Los populares cifran en 15.000 el número de manifestantes, pero la Delegación del Gobierno rebaja el dato hasta las 8.000 personas. La convocatoria se ha celebrado justo un día después de la reunión mantenida en Suiza entre los negociadores del PSOE y los de Junts per Catalunya, que según fuentes socialistas, ha sido “cordial”. En los últimos dos meses y medio, Génova ha organizado seis grandes actos a lo largo y ancho del país. El poder de convocatoria, sin embargo, ha quedado en entredicho.

Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida han presidido un acto en el que también han participado Cuca Gamarra o Miguel Tellado, que esta semana estrena cargo en el Congreso. Los barones territoriales, en cambio, han protagonizado las ausencias más sonadas. “La Constitución nos ampara a todos, nos protege a todos, acabaremos con el sanchismo, que no quepa duda”, ha proclamado el alcalde de Madrid, que ha lanzado un “grito de auxilio” desde el Templo de Debod.

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El líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, ha exigido el fin de un “despropósito” que, según palabras propias, es la “vergüenza” de Europa. El expresidente de la Xunta de Galicia también ha criticado la elección del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez como verificador en las reuniones entre el PSOE y Junts. “Que Pedro Sánchez ponga a un ciudadano de El Salvador a decidir el futuro de España es una humillación”, ha defendido el popular ante un público menos entusiasmado que otras veces. La protesta, celebrada bajo el lema “En defensa de la Constitución”, no ha cumplido las expectativas, al menos para los ciudadanos que este domingo se han dejado ver —con la bandera de España al hombro— por el centro de la capital.

“La organización ha sido un desastre, no hubo una convocatoria potente, faltaba Vox. La derecha está dejando fuera a buena parte de los votantes”, reconocía un simpatizante pocos minutos después de abandonar el acto. Hace dos semanas, los populares organizaron otra manifestación en Sol, con cerca de 80.000 personas en las calles aledañas. La protesta de este domingo se quedó lejos del baño de masas con el que muchos soñaban. “No hemos vendido nada, el tráfico ha funcionado con normalidad”, reconoce un vendedor ambulante de banderas rojigualdas. Los precios oscilaban entre los tres y los cinco euros.

“No es la primera vez que salimos a la calle, pero el desgaste se veía venir. Al final, todo se termina esfumando. ¿Cuándo dejas de protestar?”, se pregunta una madrileña, que ha llegado al acto acompañada de su marido. “Los sentimientos siguen ahí, la indignación no desaparece, pero el pinchazo era bastante previsible”, continúa. “El mal tiempo y las fechas tampoco ayudan”, detallaba otro manifestante. Los termómetros rozaban los siete grados, pero el frío no es excusa: la Gran Vía, a pocos metros del Templo de Debod, estaba abarrotada por las compras navideñas.

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha comprometido a “luchar en los parlamentos, las calles y las plazas” contra la amnistía. La líder del PP madrileño ha acompañado al jefe del partido, Alberto Núñez Feijóo, en el Templo de Debod, donde ha criticado el último movimiento de PSOE y Junts, que han escogido al diplomático salvadoreño Francisco Galindo como mediador para sus acuerdos. “Qué humillación es tener que pasar por Suiza, por otros escenarios. Le llaman verificador, pero nos dejan a la altura de las FARC, como si fuéramos dos Estados”, ha apuntado la popular, que ha llegado a comparar la situación actual con la antesala de la guerra civil española.