Verano de 2019. El Real Madrid trata de recomponer un equipo que todavía acusa la marcha de Cristiano Ronaldo y comienza a sufrir el envejecimiento de los pesos pesados de un vestuario que había hecho historia logrando un hito sin precedentes: ganar cuatro Champions en cinco años. El club blanco invierte 355 millones de euros para asentar los cimientos del Madrid del futuro. La mencionada inversión se traduce en nombres. En el Santiago Bernabéu aterrizan Hazard, Jovic, Militao, Rodrygo, Reinier y Ferland Mendy.
48 de esos 355 kilos gastados corresponden al lateral francés que se vistió de blanco con el cartel de mejor lateral izquierdo de la temporada 2018/2019. Su misión en la casa blanca no era sencilla. Pero, pese a competir por un puesto con Marcelo, dueño del carril izquierdo del Bernabéu durante más de una década por aquel entonces, el galo consiguió hacerse un hueco en el once alternando titularidades con suplencias cuyo desenlace estaba dentro del terreno de juego. Mendy fue acumulando minutos en sus botas y adeptos en el equipo.
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Castigado por las lesiones
La directiva blanca parecía haber acertado con el progresivo sustituto de Marcelo. No era, ni mucho menos, igual de ofensivo que el brasileño, pero no descuidaba su posición y se prolongaba en ataque cada vez que su espalda estaba cubierta. En otras palabras, construía la casa por los cimientos. La hoja de ruta madridista seguía su curso hasta que los parones en su juego comenzaron a brotar en forma de lesiones. Ninguna de sus cinco temporadas como jugador del Real Madrid están exentas de dolencias musculares.
Además, se han producido en momentos críticos. O entre los meses de abril y mayo con todo el pescado por vender, véase las temporadas 2020/2021, 2021/2022 y 2022/2023, o bien a principio de temporada o durante la pretemporada perdiendo relevancia para el técnico, como sucedió en 2019/2020, 2021/2022 y la presente campaña, en la que no debutó hasta la sexta jornada. Su lesión en el amistoso Clásico de verano le produjo una lesión en el bíceps femoral que, en un principio tan sólo le hacía peligrar el partido inaugural en San Mamés. Sin embargo, las recaídas retrasaron su estreno.
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Cerrojo a la portería y portazo a la salida
Ahora bien, desde que encontrada la regularidad en su juego y estado físico, el Real Madrid le ha echado el cerrojo a su portería. En las siete titularidades de Mendy esta temporada, sólo en dos de ellas (contra Sevilla y Barça) el Real Madrid ha encajado gol. En el resto, (Las Palmas, Osasuna, Valencia, Braga y Cádiz) el equipo blanco no ha concedido o, si lo ha hecho, ya ha sido sin él sobre el campo al haber sido sustituido. Dato que le convierte en el lateral más seguro de la plantilla.
Mendy, además de sus problemas físicos, también ha tenido que lidiar con constantes rivales por la posición, véase la irrupción de Fran García o el desplazamiento de Camavinga hacia el perfil zurdo. A la competencia interna se ha sumado a lo largo de sus último veranos una posible marcha del club. Sin ir más lejos, este mercado de fichajes recibió una oferta desde Arabia Saudí que no llegó a materializarse. Además, el nombre de Alphonso Davies podría llegar en 2024 o 2025 al Real Madrid pero Mendy peleará silenciosamente por aferrarse a un puesto en el once.