Las pensiones contributivas son, para muchas familias, la única fuente de ingresos. Los trabajadores necesitan haber cotizado un mínimo de 15 años en el régimen de la Seguridad Social para poder cobrar este subsidio. Además, la categoría profesional y el salario base son determinantes para tener derecho al 100% de la prestación. Las personas que no cumplen con los requisitos exigidos pueden solicitar una pensión no contributiva. En cualquier caso, todos los subsidios subirán el próximo año, al menos, un 3,8%, aunque algunas prestaciones sufrirán un incremento todavía más pronunciado.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) marcan cada año el importe mínimo de los subsidios, que está sujeto a diferentes circunstancias. Los pensionistas que no alcanzan el tope establecido pueden solicitar un complemento para ensanchar la prestación, aunque tienen que cumplir con una serie de requisitos. La pensión mínima de jubilación en España roza actualmente los 966,2 euros al mes para un pensionista con cónyuge a cargo. La cantidad baja hasta los 743,3 euros mensuales cuando el beneficiario tiene cónyuge, pero no es económicamente dependiente. Todas las pensiones contributivas tienen una asignación mínima por imperativo legal, tanto las de incapacidad, como las de jubilación y orfandad.
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El cálculo de la pensión tiene en cuenta varios factores, como el número de días cotizados, la base salarial y la edad de jubilación de los trabajadores. Muchas veces, el resultado final da lugar a un desembolso más flojo que el de la pensión mínima. Las personas que han cotizado menos de 15 años tampoco tienen derecho a una prestación de carácter contributivo. Los trabajadores que, incluso cumpliendo los requisitos, tienen derecho a una pensión por debajo de la mínima, pueden solicitar lo que se conoce como un complemento a mínimos. La Seguridad Social garantiza, con este suplemento, que todos los beneficiarios reciben cada mes una “pensión digna”.
La pensión puede bajar si las rentas de los jubilados aumentan
El requisito principal para disfrutar del complemento a mínimos está en el límite de ingresos. Los pensionistas sin cónyuge a cargo no pueden tender rentas de más de 8.614 euros anuales. El límite para los beneficiarios con cónyuge a cargo asciende hasta los 10.084 euros. Estas cantidades se actualizan cada año en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La Seguridad Social aplicará el complemento de forma automática hasta que el subsidio de los trabajadores alcance la pensión mínima fijada en cada momento. El organismo, no obstante, puede bajar las retribuciones en determinados casos.
La Seguridad Social puede bajar la cuantía de las pensiones cuando los beneficiarios cobran el complemento a mínimos. Si los jubilados superan el límite de ingresos, tienen que ponerse en contacto con las autoridades competentes y dejarán de recibir el suplemento, porque el organismo entiende que existen otras rentas. Los pensionistas que cobran el complemento para la reducción de la brecha de género también se enfrentan a un escenario similar. Este dinero extra, que sirve para compensar el perjuicio de los ciudadanos en sus carreras profesionales, puede desaparecer si el otro progenitor lo solicita y cumple los requisitos. Este suplemento solo puede beneficiar a uno de los dos miembros de la pareja.