El impresionante Parador ubicado en el pueblo medieval donde nació Fernando el Católico

En el corazón de la comarca de las Cinco Villas, en Zaragoza, se alza una villa que cuenta con un patrimonio histórico envidiable, pues se trata del lugar de nacimiento de Fernando el Católico. Más allá de eso, su centro antiguo mantiene un entramado medieval que es uno de los mejor conservados de España. Estamos hablando de Sos del Rey Católico, un pueblo considerado uno de los más bonitos de nuestro país. Con grandes atractivos turísticos culminados por una rica gastronomía, es un destino ideal para pasar unos días.

Para ello, no hay mejor lugar que su Parador, el cual constituye uno de los mejores alojamientos en la región. Se trata de uno de los más antiguos que alberga la red y el mejor punto de partida para conocer todos los secretos que acoge la localidad, ya que se ubica dentro de las murallas de la villa, declarada Conjunto Histórico-Artístico.

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El Parador de Sos del Rey Católico se desarrolla en una típica casa solariega aragonesa y gracias a sus amplios ventanales se pueden observar unas maravillosas vistas del entorno que le rodea. Es el espacio ideal para conocer, no solo la localidad, sino la comarca de las Cinco Villas, donde se puede encontrar otros pueblos con un gran encanto.

Sus habitaciones permiten al viajero relajarse gracias a todos los servicios y comodidades que incluye. Además, su arquitectura combina a la perfección la modernidad propia de estos alojamientos con trazados más clásicos y típicos de la región. No hay que olvidarse de la gastronomía, pues gracias a su restaurante, el visitante puede degustar una cocina regional aragonesa. Este recibe el nombre de Las Cinco Villas, el cual hace honor a las verduras y hortalizas de cercanía producidas en temporada y a la carne del Ternasco de Aragón.

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“Una propuesta culinaria fiel a la gastronomía aragonesa tradicional, deudora en gran medida de la cultura pastoril, que destaca por su sencillez y autenticidad”, señalan desde la página web del Parador. De esta forma, el establecimiento permite degustar especialidades como “ternasco de Aragón con patatas panadera, pollo de corral al chilindrón, ‘caldico’ de la villa con sus tropezones, borrajas con salsa de azafrán, cardo con almendras y jamón DO Teruel”.

Las calles de esta localidad zaragozana permiten al viajero hacer un viaje en el tiempo. Si se visita su patrimonio histórico se puede apreciar la gran importancia que tuvo durante la Edad Media. Muestra de ellos es su espectacular muralla, de la cual se conservan siete puertas y el castillo.

Además de la muralla, el enclave conserva otros tesoros como su judería medieval y la Plaza de la Villa donde se ubica el Ayuntamiento. A estos le acompañan edificaciones históricas como el Palacio de Sada, la Iglesia de San Esteban, la Ermita de Santa Lucía y el Monasterio de Valentuñana, elementos que fortalecen el valor histórico y cultural del sitio.

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Desde Zaragoza, el viaje es de alrededor de 1 hora y 35 minutos por la vía A-127 (hay peajes). Por su parte, desde Pamplona el trayecto tiene una duración estimada de 45 minutos por la carretera A-127.