La Policía Nacional detuvo el pasado jueves a dos empleadas de una guardería privada de la Comunidad de Madrid. La escuela infantil, situada en la avenida Juan Pablo II de Pozuelo de Alarcón, es el centro educativo al que acuden los hijos de los jugadores de los equipos de futbol de la capital. Según fuentes de la investigación, estas trabajadoras son sospechosas de proferir insultos y cometer actos de maltrato hacia seis de los niños que estaban bajo su cuidado. Así, y aunque la investigación se encuentra en curso, las últimas informaciones apuntan a que una de las empleadas, la más veterana del centro, es la principal sospechosa. Por otra parte, se considera que la otra cuidadora, de menor experiencia, habría actuado como cómplice.
Te puede interesar: Un hombre de Barcelona cancela una deuda de 90.000 euros tras el cierre de su propio bar
El infierno que vivieron los menores y la notificación de la situación a las familias
Golpes, bofetadas, pisotones, encierros en cuartos oscuros e insultos. Estas son sólo algunas de las formas de maltrato que sufrieron al menos seis niños, con edades de hasta cuatro años, en la guardería madrileña Pecas de Pozuelo de Alarcón. Así, el jueves 30 de noviembre, la policía detuvo a las cuidadoras del centro como presuntas autoras de un delito contra la integridad moral.
Según fuentes del diario El Mundo, los padres de los alumnos fueron informados sobre estos lamentables sucesos por la policía en una reunión que tuvo lugar en la comisaría de Pozuelo de Alarcón. Los hijos de reconocidos futbolistas como Griezmann, Morata, Saúl, Mario Hermoso y el entrenador Cholo Simeone, forman parte del alumnado del centro. Aunque, tal y como recoge El Mundo, ninguno de ellos habría sido víctima de estos comportamientos violentos.
Te puede interesar: La millonada que ganó Laura Londoño en MasterChef Celebrity España: irá para una obra de caridad
¿Cómo se inició la investigación a la guardería de Pozuelo?
La denuncia de una de las trabajadoras del centro hace varias semanas fue lo que dio la voz de alarma. Así, la denunciante realizó un video de forma clandestina en el que se ven las presuntas humillaciones a los menores. Este video lo presentó ante la comisaría de la Policía Nacional de Pozuelo de Alarcón. Por su parte, los padres de los menores afectados pidieron ver las imágenes. No obstante, según fuentes de El Mundo, los agentes les recomendaron no verlas debido a la crudeza de las mismas.
El caso está siendo atendido por el Juzgado número 3 de Pozuelo, que ha dictaminado medidas legales en relación con una de las presuntas responsables de los incidentes, identificada como Begoña, quien llevaba más de quince años trabajando en la escuela infantil.
Esta última ha recibido una orden de alejamiento de 500 metros con respecto a los niños afectados, así como la prohibición de participar en eventos deportivos, educativos y laborales que involucren a menores. Por otro lado, la segunda detenida, que ni hizo nada para poner fin a esta situación, no ha recibido ningún castigo por parte del tribunal.