Sánchez y Aragonès mantendrán una reunión en Barcelona el 21 de diciembre

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantendrá una reunión institucional con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, el próximo 21 de diciembre en Barcelona, según han informado fuentes de Moncloa. En el encuentro, añaden estas voces oficiales, se celebrará en el Palau de la Generalitat y en él se abordarán “cuestiones de interés común para ambos gobiernos”.

Este será el primer encuentro institucional tras la investidura y se producirá antes de que se reactive la mesa de diálogo entre ambos gobiernos. La última vez que ambos se reunieron en el Palau de la Generalitat fue en septiembre de 2021, pero Sánchez acogió a Aragonès en la Moncloa en julio de 2022 para cerrar la crisis institucional por el caso de espionaje Pegasus, en el que el propio presidente de la Generalitat fue uno de los espiados por el CNI, según señaló la exdirectora del centro nacional de inteligencia Paz Esteban en la Comisión de secretos del Congreso.

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Este encuentro se producirá después de que el PSOE y Junts celebren este sábado una nueva reunión en el marco de los encuentros mensuales pactados en el acuerdo de investidura. Sobre la figura del verificador que participará en las mesas de partidos con Junts y ERC, Pedro Sánchez ha defendido este jueves su presencia para salvar la “extraordinaria desconfianza” que hay entre el PSOE y los partidos independentistas.

Ha prometido que se conocerá la persona que les va a acompañar en “ese proceso de diálogo tanto con ERC como con Junts”. Pero por ahora, no puede adelantar el nombre del verificador, aunque cree que “es bueno, si dos no se entienden, que haya un tercero que verifique que los acuerdos marchan”. “Si tenemos posiciones muy dispares la buena noticia es que, al menos desde esas posiciones muy disparares y esa extraordinaria desconfianza, nos hemos emplazado a dialogar”, ha apuntado.

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Por su parte, PSOE y ERC pactaron reactivar la mesa bilateral y otra paralela de partidos (esta última contará también con la participación de un mediador). Según el documento político, ambas formaciones acordaron “ratificar e impulsar el diálogo institucional entre gobiernos sobre el futuro político de Catalunya mediante el diálogo político e institucional a través la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo”.

Una vez “consolidada” la desjudicialización a través de la ley de amnistía, este espacio institucional “pasará a una fase de planteamiento, análisis y diálogo sobre propuestas políticas en esta materia, que debe avanzar a un ritmo constante y satisfactorio para ambas partes, incluyendo reuniones periódicas para abordar todas las propuestas y trabajar sobre mecanismos que posibiliten su viabilidad”.

Sin mencionar la autodeterminación, estos partidos relegan a este espacio “el debate sobre el modo en que los acuerdos a los que se pueda llegar sobre el marco político de Cataluña puedan ser refrendados por el pueblo catalán”. “Los presidentes de los respectivos gobiernos tendrán la capacidad de ratificar y anunciar públicamente los acuerdos. El resto de cuestiones sobre el sistema de trabajo de la Mesa será el acordado en los textos metodológicos pactados previamente por las partes”.

Asimismo, el texto político reza que, “de forma paralela a la Mesa, se creará un espacio de negociación entre ambos partidos que cuente con un mecanismo que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue, con el fin de que las propuestas que lleguen a la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo cuenten con un ritmo de trabajo constante y con un grado óptimos de debate y compromiso político y puedan implementarse durante la presente legislatura. A estos efectos, se designará de común acuerdo a una persona de reconocido prestigio para realizar dichas labores”.

Pero tanto esta persona de “reconocido prestigio” como el “verificador internacional” que pidió Junts siguen siendo una incógnita, ya que el PSOE asegura que por ahora mantendrá en secreto la identidad de estas figuras para preservar la negociación y alejarlas del ruido político y mediático.