Los jubilados están de celebración. Las pensiones contributivas subirán un 3,8% en 2024: al menos, eso es lo que indica el dato adelantado del IPC que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE). La última reforma de los subsidios, aprobada por el Gobierno de coalición, establece que las prestaciones se han de revalorizar en función del IPC medio interanual, tomando como referencia los 12 meses que separan diciembre de 2022 y noviembre de este año. El dato definitivo, que puede variar unas décimas, no será público hasta mediados de diciembre.
El dato de la subida de las pensiones contributivas se calcula con las cifras del Índice de Precios de Consumo (IPC) anual de los meses que van desde diciembre del año pasado hasta noviembre de este año. No obstante, con el dato adelantado de la inflación de noviembre (3,2%), que ha bajado gracias al abaratamiento de los combustibles y la moderación de los precios de los alimentos, podemos calcular cómo será esta revalorización. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el dato definitivo el próximo jueves 14 de diciembre. La cifra, aunque puede variar unas décimas, suele coincidir.
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Las pensiones contributivas, según el dato adelantado, subirán en 2024 un 3,8%, algo menos de la mitad de lo que crecieron este año. En 2023, la revalorización de las pensiones superó todas las expectativas y se fijó en el 8,5%. En cualquier caso, los jubilados tendrán que esperar hasta el próximo mes de enero para que la subida tenga efectos sobre su nómina. Pero, ¿qué ocurre con los trabajadores que cobran la pensión mínima? Los beneficiarios sufrirán un incremento todavía más pronunciado.
¿Cuánto subirán las pensiones mínimas en 2024?
El Índice de Precios de Consumo (IPC) interanual también repercute en la revalorización de las pensiones no contributivas, así como en las pensiones mínimas de jubilación y viudedad. Estos subsidios subirán más que el resto, es decir, quedarán por encima del dato definitivo de la inflación. La explicación es bien sencilla. El Gobierno de coalición, en la última reforma de las pensiones, determinó que, entre 2024 y 2027, las pensiones mínimas contributivas subirían por encima del IPC interanual para garantizar de este modo su suficiencia. El objetivo no es otro que equipararlas progresivamente al umbral de la pobreza, para converger con ese porcentaje antes de que termine la década.
El cálculo del umbral de la pobreza para un hogar compuesto por dos adultos pasa por multiplicar por 1,5 el umbral de la pobreza correspondiente a cualquier vivienda unipersonal. De este modo, en 2024, las pensiones mínimas de jubilación subirán por encima del IPC interanual para reducir un 20% la brecha que existe entre el límite de ingresos y el umbral de la pobreza. La pensión mínima de jubilación para mayores de 65 años con cónyuge a cargo, que es la más numerosa, subirá cerca de un 6,8% el próximo año, según las últimas proyecciones del Gobierno, aunque el dato todavía no es definitivo. Los beneficiarios, con este movimiento, pasarán de cobrar 966,2 euros mensuales a recibir cada mes un ingreso de 1.032 euros.