El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la amnistía en el mismo plató donde hace cuatro meses, dos días antes de la elecciones del 23 julio, prometió que no la llevaría a cabo. ¿Qué ha cambiado? “Lo que ha pasado es el 23 de julio”, ha comenzando señalado en una entrevista en La Hora de la 1, de TVE. El secretario general socialista se ampara en que más del 50% de la representación en el Congreso “están pidiendo la amnistía para superar el conflicto de 2017″.
Sánchez ha admitido que conceder la medida de gracia a los independentistas “no era el paso siguiente que quería dar” pero ha destacado que es un paso “coherente y consecuente” con la política “de normalización y estabilización” en Cataluña que, según ha defendido, ha aplicado en los últimos cuatro años. En este punto, ha aventurado que los que ahora se oponen a ella, acabarán aceptándola.
Te puede interesar: Sánchez augura que la amnistía dará carpetazo al desafío independentista y aspira a convertirla en “un hito como el de Zapatero y el fin de ETA”
En concreto, tanto las personas que se manifiestan en las calles como PP y Vox terminarán asumiéndola como ha sucedido con la ley del divorcio y la del matrimonio del mismo sexo. Ha dicho, “acabarán recordando estos días con ese viejo dicho de si te he visto no te acuerdo”. Y es que, Sánchez insiste en que “va a ser bueno para el país en términos de convivencia” y además “reincorpora” al sistema a fuerzas políticas que desde 2017 estaban fuera, en referencia a los de Carles Puigdemont.
Promete que se conocerá el nombre del verificador
Sobre la figura del verificador que participará en las mesas de partidos con Junts y ERC, Sánchez ha defendido su presencia para salvar la “extraordinaria desconfianza” que hay entre el PSOE y los partidos independentistas. Ha prometido que se conocerá la persona que les va a acompañar en “ese proceso de diálogo tanto con ERC como con Junts”.
Te puede interesar: El verificador secreto que pide Junts para su reunión con el PSOE pone en aprietos la transparencia del Gobierno de Sánchez
Pero por ahora, no puede adelantar el nombre del verificador, aunque cree que “es bueno, si dos no se entienden, que haya un tercero que verifique que los acuerdos marchan”. “Si tenemos posiciones muy dispares la buena noticia es que, al menos desde esas posiciones muy disparares y esa extraordinaria desconfianza, nos hemos emplazado a dialogar”, ha apuntado.
Ante las críticas por la necesidad de la presencia de un verificador en las reuniones con Junts fuera de España, ha deseado que “ojalá en el futuro” no sea necesaria la presencia de un verificador, porque “eso significará que hemos avanzado en confianza”.
Por otro lado, sobre la existencia de casos de lawfare o instrumentalización de la justicia, el líder del PSOE ha puesto como ejemplo el uso de la policía por parte del PP en el caso Kitchen para afirmar que “definitivamente” se ha hecho uso de las instituciones públicas para perseguir a adversarios políticos y ocultar pruebas en causas judiciales “que afectaban al PP”.
En cuanto a cuestiones que marcarán la legislatura, ha ratificado su intención de tener aprobados los nuevos Presupuestos en el primer trimestre de 2024 y de intentar renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con el acuerdo del PP, sin reformar la ley para encontrar otra fórmula.