Tras un 2023 que ha sido un auténtico dolor de muelas para él, sin competitividad alguna y con las caídas dándole más problemas que nunca, parece que Marc Márquez empieza a ver la luz al final del túnel. Al menos, la ilusión le acompaña en mayor medida que en los últimos meses ahora que ya ha debutado con Gresini, su nueva escudería. Y de forma convincente, porque la actuación que protagonizó en Valencia con la Ducati sigue dando de qué hablar.
No por parte del hexacampeón del mundo de MotoGP, porque el vínculo con Honda se prolonga hasta final de año y le impide hacer declaraciones mientras el contrato no expire, pero sí en lo que respecta al entorno del ilerdense. De este ha pasado a formar parte Michele Masini, team manager del equipo que contará con los servicios de Márquez a partir del Mundial de 2024. Un alto cargo que no duda en mirar alto de cara a la próxima temporada, porque el estreno del ilerdense da pie a ello.
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El nuevo director deportivo de Márquez fue contundente cuando se le preguntó directamente si las opciones de título, o al menos de estar en las primeras posiciones del campeonato, van a existir. “Mentiría si dijera lo contrario”, aseguró, dándole su bendición al recién llegado nada más completar una jornada en la que pudo codearse con los más rápidos a los mandos de la moto que acaba de darle el entorchado mundialista a Pecco Bagnaia, la Desmosedici GP23.
“El día ha sido increíble. Las sensaciones estaban ahí, el ambiente también. Obviamente, estamos muy cansados después de una temporada tan larga, pero tenemos ganas de que empiece la siguiente. No puedo decir mucho, pero creo que el cronómetro habló por Marc”, comentó Masini, que tuvo que ser muy escueto en sus valoraciones precisamente porque Márquez, a efectos contractuales, sigue perteneciendo a Honda.
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Cuarto mejor tiempo en Cheste
“Cuando tomamos esta decisión, estaba seguro de que nos permitiría subir el nivel como equipo. El planteamiento ha sido estupendo y nos ha permitido empezar con buen pie este nuevo capítulo”, sentenció Masini, que ya contaba con Álex Márquez en las filas de Gresini antes de que su hermano también aterrizase en la marca.
Gracias a un tiempo de 1:29.424, el mayor de la saga terminó cuarto en el entrenamiento de este martes. Llegó a ser primero en algún momento de la sesión, y se le vio sonreír de forma ostensible una vez que se bajó de la moto. Lo que más pudo llamar la atención fue el ‘anonimato’ con el que Marc tuvo que correr, por el hecho de que todavía no ha dejado de pertenecer a Honda: ni los patrocinadores ni los colores de Ducati le identificaron en la pista en esta ocasión.
Finiquitado el debut, Márquez se sometió a una operación en el brazo derecho, debido al síndrome compartimental que le afectaba en esta parte del cuerpo. Hasta febrero, en Sepang, no habrá nuevas oportunidades para comprobar cómo se va desarrollando la etapa que acaba de iniciar en Gresini, tras una conclusión un tanto aciaga del periplo en Honda: desde que se lesionó en 2020, nada volvió a ser lo mismo en la escuadra nipona.