Jesé Rodríguez apuntaba maneras, pero acabó por convertirse en uno de los grandes interrogantes sin resolver del fútbol español. ¿Hasta dónde podría haber llegado? Ya con 30 años, parece que nunca podremos saberlo, puesto que ha vagado con más pena que gloria por el deporte rey desde que abandonó el Real Madrid en 2016. Con nueve equipos que han contado con sus servicios en la última década, el Coritiba tampoco ha sido el lugar más propicio para el extremo izquierdo canario, puesto que el club brasileño ha decidido prescindir de él.
“El Coritiba SAF comunica que, a partir de esta fecha, los jugadores Henrique, Andreas Samaris, Boschilia, Lucas Barbosa y Jesé Rodríguez quedan libres para realizar actividades con el Club. La liberación anticipada de los atletas está en línea con el objetivo de adelantar la planificación centrándose en la temporada 2024″, confirmó la entidad a través de un comunicado. Por lo tanto, el jugador natural de Las Palmas de Gran Canaria tendrá que buscarse nuevo destino.
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La etapa de Jesé en Coritiba se inició en septiembre, con un protagonismo prácticamente nulo: apenas seis partidos para un total de 90 minutos disputados, con un único gol, que marcó al Fluminense de un viejo conocido suyo como Marcelo. Se va con un descenso matemático a Segunda bajo el brazo, ya que su ya exequipo es penúltimo en Liga, con 29 puntos en 35 jornadas.
Se trata del segundo fracaso consecutivo, en lo deportivo, que le toca vivir a Jesé: la Sampdoria tampoco logró mantener la categoría en la Serie A italiana con el atacante en sus filas. Allí jugó 10 partidos, logró un tanto y repartió una asistencia. Fue la penúltima parada en el continuo ir y venir en el que se mueve su carrera en los últimos siete años.
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Intrascendencia desde su salida del Madrid
Formado en las categorías inferiores del Madrid, Jesé triunfó en el Castilla (34 goles y 19 asistencias en 83 partidos) antes de dar el salto, en 2013, al primer equipo merengue, en el que completó tres cursos (hasta la 15-16), con 17 goles y 16 asistencias en 94 encuentros. En las filas blancas, logró la inmensa mayoría de los títulos de su palmarés: destacan dos Champions, una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de clubes.
Sólo en el PSG, con una Ligue 1 y una Supercopa de Francia, incrementó su botín. En París, empezó a forjarse su condición de trotamundos. Como no cuajó, el campeón francés empezó a cederle a diestro y siniestro a partir de la 16-17: Las Palmas (16-17), Stoke City (17-18), Betis (18-19) y Sporting de Lisboa (19-20). Sólo jugó 18 veces con los galos, anotando nueve dianas. Jesé pasó de puntillas por todos los destinos a los que los franceses le fueron enviando: tres goles y una asistencia en 16 partidos en Las Palmas, 1-1 en 13 en Inglaterra, dos y uno en 18 en Sevilla y únicamente un tanto en 17 compromisos en Portugal.
A continuación, pasó dos campañas en Segunda (20-21 y 21-22), ya en propiedad de Las Palmas. En su casa, marcó 16 veces y asistió en siete ocasiones en 71 choques. Fue su época más lúcida una vez lejos de la capital española, y no duró demasiado. Al pasar a jugar en el MKE Ankaragücü turco (22-23), sus números decrecieron de nuevo. En enero de este año, tras cinco goles y dos asistencias en 16 apariciones, decidió irse, fichando por la Sampdoria en febrero. Como empieza a ser costumbre en su historial, Jesé Rodríguez no encontró su sitio en ninguno de estos casos.
El propio futbolista reconoció que desde que se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, aún en el Madrid (marzo de 2014), no volvió a ser el mismo. Las estadísticas no lo desmienten, con una trayectoria que no ha estado a la altura de las expectativas que llegaron a generarse con Jesé cuando empezó a despuntar.