La tendencia bloke core se agolpa a la entrada de La Casa Encendida, en el barrio de Embajadores de Madrid. Los bolsos de Roberto Cavalli adquiridos en Vinted, la plataforma que vende la ropa en tendencia y la de tu difunta tía Charo, por el módico precio de 20 euros es el accesorio más repetido. Si tiene pelo sintético, mejor. No hay sudaderas de Nude Project a la vista, esas pertenecen a otro público y a otros escenarios culturales.
Los cortes de pelo de estilo mohicano y los colores llamativos resaltan entre una larga fila de asistentes que esperan, ansiosos, la llegada de Bb Trickz al recinto. Un hinchable, una máquina que hace volar billetes de 100 dólares con su cara y unos neones previamente presentes en la galería del enclave cultural madrileño decoran el evento. Belize, de 23 años, llega rodeada de su crew (su pandilla, vaya) y con un altavoz en el que suenan las canciones que conforman su nuevo EP, Sadtrickz, compuesto por seis canciones.
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Lleva una chaqueta de Moncler que conserva la etiqueta (algo que ni tu madre, ni un familiar que supere la treintena, entenderá) y un bolso de Louis Vuitton que combina a la perfección con sus uñas acrílicas, capaces de albergar hasta cinco teléfonos de forma simultánea. Lil peep, estrenada hace seis días, es el primer adelanto de un proyecto musical que llega después de Trickstar, un EP que incluía su éxito viral Missionsuicida, una canción que puso toda la atención centennial sobre ella. Eres más fea que la parte de atrás de una nevera o Tiene las Air Force súper guarras / No sé por qué coño te las compras blancas eran algunos de los ingeniosos versos que calaron en la generación que no tiene tapujos a la hora de destruir emocionalmente a un contrincante a base de labia y mala leche. La crítica del outfit nunca falla.
Mientras los seguidores de la joven se agolpaban a hacer el BeReal, una story de Instagram o un directo de TikTok con ella, los más consumistas hacían cola para adentrarse en un cilindro transparente que escondía un premio: una camiseta con la cara de Belize, parte del catálogo de merchandising de la estrella más pícara del panorama urbano nacional. Un joven seguidor de la trapera ha viajado exclusivamente desde Murcia con su madre para asistir al evento. Los looks comprados en Humana y de tendencia dosmilera se mimetizan en el ambiente.
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Bb Trickz es más tímida de lo que aparenta en sus videoclips, en los que derrocha descaro y personalidad. No habla al micrófono (no hay ninguno) y tampoco dedica un speech a los asistentes, simplemente posa para los flashes y se hace todas las fotos que sean necesarias con los seguidores que la han querido acompañar en el evento que se desarrolla en una gélida tarde de martes. Aprovecha que se ha vestido y maquillado para grabar vídeos, TikToks y todos los formatos permitidos en el margen de 15 minutos que comparte con la prensa y los fanes.
El evento es un poco rudimentario en sí, por la prohibición del espacio de poner la nueva música de la artista, que tiene que emplear un altavoz para quebrar el incómodo silencio que se había instalado en la sala y para tapar sus carencias a la hora de hablar con los allí presentes. No en vano, la viralidad de las redes sociales le ha permitido escoger cómo lidiar con sus followers y con los expertos musicales. No desvela el título de ninguna canción (ahora ya sabemos que hay temas como Llorando en la prada, Cash Cobain o Deja a tu novia) y tampoco se desarrolla una listening party al uso (un evento en el que un artista desvela los temas de su próximo proyecto). Todo importa poco, porque si algo define a Bb Trickz es ese carácter despreocupado que vuelca en sus barras.
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Fotogalería realizada con imágenes de Helena Margarit Cortadellas.