El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha estrenado su mandato con una crisis diplomática con Israel. A pesar del comunicado de agradecimiento de Hamás por su postura “clara y audaz” sobre la ofensiva israelí en Gaza, el Ejecutivo de coalición resta importancia a esta cuestión y rechaza responder a estas declaraciones al tratarse de un comunicado emitido por una “organización terrorista”. Su hoja de ruta sobre la solución de los dos Estados se mantiene intacta y promete ser el faro del nuevo Gobierno en política exterior.
De momento, la brecha en las relaciones con el Estado hebreo se circunscribe a un “asunto puramente bilateral”, como calificó este lunes el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Peter Stano. Y en el panorama nacional, la derecha aprovecha para atizar a Sánchez al ponerse del lado de Israel, mientras que la polémica cohesiona a las dos almas del Gobierno.
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PSOE y Sumar siguen acercando posturas sobre cómo abordar el conflicto entre Israel y Hamás a pesar de que al inicio del mismo, el pasado 7 de octubre, las posiciones estaban más alejadas tras los ataques terroristas de Hamás. Más allá de condenar sin paliativos estos ataques terroristas y exigir la liberación de los rehenes, Sánchez pujó en el seno de la Unión Europea por promover el reconocimiento del derecho legítimo de Israel a defenderse, pero “dentro del Derecho Internacional Humanitario”.
Asimismo, el pasado viernes, el presidente del Gobierno dio un salto cualitativo en su acercamiento a los de Yolanda Díaz al abrir la puerta a reconocer el Estado palestino de manera unilateral, una decisión que hasta la fecha relegaba a un acuerdo en el seno de la Unión Europea. También, desde el Paso de Rafah, en una rueda de prensa junto a su homólogo belga, Alexander de Croo, criticó “la matanza indiscriminada de civiles inocentes” en la Franja de Gaza. Un día antes, condenó ante el propio Benjamin Netanyahu “la cifra de palestinos muertos” al ser “verdaderamente insoportable”. Asimismo, pidió dar “pasos urgentes” hacia un alto el fuego humanitario “duradero”.
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Las declaraciones desde el Paso de Rafah durante el primer viaje oficial de Sánchez desde que fuera investido presidente el pasado 16 de noviembre provocaron la apertura de una crisis diplomática por parte de Israel, que llegó a acusar a Sánchez y De Croo “de apoyar el terrorismo” y convocó tanto a la embajadora española en Tel Aviv, Ana Salomón, como a su homólogo belga para una “dura conversación de reprimenda”.
España exigirá “garantías” de que no se repetirán las acusaciones contra Sánchez
El Gobierno español, lejos de achantarse, afeó estas acusaciones “totalmente falsas e inaceptables”. Fue el propio ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien dio la réplica el pasado viernes y ahondó este lunes en el papel liderado por Sánchez. Durante el Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo en Barcelona, un espacio del que se borró Israel, Albares esquivó el comunicado de gratitud de Hamás al insistir en que España ha condenado desde el primer momento el ataque perpetrado por la organización terrorista el pasado 7 de octubre contra Israel.
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Asimismo, el ministro de Exteriores aseguró que exigirá a Israel “garantías” de que no se repetirán las “inaceptables” acusaciones contra Sánchez. También, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aprovechó esta espacio de diálogo para advertir de que “no habrá paz o seguridad en Israel sin un Estado palestino”.
En este sentido, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, expresó sentirse “orgullosa del papel del Gobierno de España” ante Israel al valorar que el Gobierno de Netanyahu “está violentando el derecho internacional”. Asimismo, el portavoz de esta formación y nuevo ministro de Cultura, Ernest Urtasun, reprochó a PP y Vox el uso de las palabras de Hamás, a las que no se debería dar ninguna credibilidad, para criticar al jefe del Ejecutivo.
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El Gobierno afea al PP que “haga oposición a su país”
En Moncloa recalcan que la postura de España es la misma que hace casi dos meses y que solo se limitan a defender las conclusiones del último Consejo Europeo celebrado a finales de octubre, en las que recordaba a Israel el derecho a defenderse dentro del derecho internacional humanitario para evitar las víctimas civiles. En palabras de la ministra portavoz, Pilar Alegría, el Gobierno español ha condenado con contundencia el ataque terrorista de Hamás, ha exigido la liberación de rehenes y ha reconocido el derecho de Israel a defenderse dentro del derecho internacional, “pero esto no es óbice para que alcemos la voz contra esa masacre indiscriminada”.
“Condenar los miles de atentados terroristas de una banda terrorista como Hamás y al mismo tiempo condenar la matanza indiscriminada de civiles palestinos es Gaza no es una cuestión de partidos políticos ni ideologías, es una cuestión de humanidad”, enfatizó el presidente del Gobierno el pasado domingo ante las más de 10.000 personas que llenaron IFEMA.
En este sentido, si la derecha ha empleado la crisis diplomática como nueva arma arrojadiza contra el Gobierno, los de Sánchez afearon al PP “hacer oposición a su país”. Además, le pusieron frente al espejo, ya que el propio partido de Alberto Núñez Feijóo apostaba en su programa electoral para el 23 de julio por “trabajar para la resolución de conflictos, especialmente el israel-palestino, por medio de la solución de dos Estados”.