La redención de Rodrygo en el momento más oportuno para el Real Madrid

El atacante brasileño ha participado de manera directa en 9 de los últimos 11 tantos de su equipo. Su reencuentro con el gol llega con Vinicius lesionado y Joselu intermitente

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El Real Madrid ganó por 0-3 en Cádiz con una gran actuación de Rodrygo.

El Real Madrid se dejó ver por el Nuevo Mirandilla con la enfermería desbordada. A las bajas de Courtois, Kepa, Militao, Tchouaméni y Güler se unieron Vinicius y Camavinga, apartados de los terrenos de juegos durante dos meses y medio por el ‘virus FIFA’. “La dificultad puede ser una oportunidad”, decía Ancelotti, confiado en el vigor de sus jugadores. Tan sólo hacía falta que ellos plasmaran su idea sobre el terreno de juego. Uno de los elegidos por el italiano era Brahim Díaz. Tras dos grandes partidos ante Braga y Valencia, la noche gaditana y las circunstancias que le rodeaban parecían ser un escenario ideal para él.

La respuesta jamás será conocida, pues instantes después de que el Real Madrid confirmara su titularidad, un virus estomacal le apartó del once en beneficio de Rodrygo. Ancelotti se decantó por el brasileño, que llevaba en el cuerpo un viaje transoceánico y cuya rodilla se encontraba bajo sospecha. No parecían las mejores condiciones para competir, pero pasó del banquillo a tocar el cielo gaditano. “He tenido un poco de suerte”, resumía Ancelotti porque cualquier aficionado que haya visto el partido se habrá replanteado si las máquinas con las que le realizaron las pruebas médicas funcionan correctamente, ya que el brasileño fue un puñal, especialmente cuando caía al costado izquierdo.

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Protagonista en 9 de los últimos 11 goles

Desde ahí destrozó él solito al Cádiz. Controló en carrera un pase de Bellingham, encaró en el área, tiró un caño y la clavó en la escuadra de Ledesma. Se rompió Vinicius, pero Rodrygo dio el paso. Su primer gol encauzó un partido que nunca corrió peligro para el Real Madrid, pero bien podía haberse enquistado viendo los primeros compases, sin embargo, los de Ancelotti hicieron virtud de la necesidad a lomos de Rodrygo. Lanzó el contragolpe, Bellingham se abrió a la izquierda para ofrecerle un posible pase, pero el brasileño no le necesitó. Fue desmayando defensas con fintas y amagos a medida que se fue perfilando en la frontal para bajar el telón con otro disparo colocado de derecha. Inapelable para Ledesma. Y aún le dio tiempo para asistir a Bellingham en el tercero.

Rodrygo durante el Cádiz - Real Madrid (REUTERS).
Rodrygo durante el Cádiz - Real Madrid (REUTERS).

Su brillantez en Cádiz da continuidad a los destellos mostrados en los dos últimos encuentros del Real Madrid ante Valencia y Braga. Los blancos festejaron 11 goles ante los mencionados rivales y Rodrygo participó de manera activa en nueve de ellos. Cinco goles –uno ante el cuadro luso y sendos dobletes contra el conjunto valenciano y gaditano– y cuatro asistencias. Su relación con el gol atraviesa su mejor momento en un tramo vital para las aspiraciones de su equipo, mermado por la gran cantidad de bajas, pero obligado a competir por todos los títulos en mayo. Y eso pasa por ir sacando adelante los partidos sin importar las circunstancias.

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La presión de su nuevo rol

Rodrygo no empezó la temporada tan prolíficamente de cara a portería. Anotó en el estreno liguero ante el Athletic y desde aquel partido, en el mes de agosto, llegó a acumular más de 800 minutos sin celebrar, una situación desconocida para un chico que en sus primeros años de blanco se ganó el apodo de Rodrygol. Este año, sin embargo, las circunstancias obligaron a Rodrygo a encarar un escenario diferente al de años anteriores en el que partía como revulsivo desde el banquillo. La salida de Benzema y la ausencia de un remplazo de garantías le convirtieron de golpe en el máximo referente goleador del equipo.

“Es una presión positiva saber que la gente confía en ti. Me veo así en este nuevo ciclo, y creo que puedo estar a la altura de esas expectativas que se han depositado sobre mí. No marcar goles durante un tiempo le sucede a todos los delanteros y es frustrante, pero a veces es una cuestión de mala suerte. La ansiedad puede ser un obstáculo en este sentido”, reflexionaba durante el parón con su selección en el mes de octubre. Poco más de un mes después, su situación de cara gol ha cambiado radicalmente. Desde el club le consideran un futbolista clave para el Madrid del futuro. De momento, en el presente, Rodrygo ha conseguido dejar atrás su sequía cuando más lo necesitaba su equipo. Este miércoles, frente el Nápoles y en la competición donde más noche de gloria ha gozado, tendrá una nueva oportunidad para festejar.

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