España aumenta el empleo y el PIB contaminando menos: recupera los niveles precovid y reduce un 5,4% las emisiones

La pandemia provocó que las emisiones de gases de efecto invernadero se desplomaran un 14% y siguen por debajo de los niveles de 2019. Esto ha ido acompañado de una transición energética acelerada por la crisis de precios y de crecimiento del empleo

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Trabajadores en una planta eólica. (Europa Press/Siemens Gamesa).
Trabajadores en una planta eólica. (Europa Press/Siemens Gamesa).

El empleo y el PIB superaron en 2022 sus niveles de 2019, los anteriores a la pandemia, y lo hicieron con menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera. Según los últimos datos del INE, las empresas redujeron un 5,6% sus emisiones en dicho periodo y los hogares también consiguieron un descenso del 4,9%, lo que produce una disminución general del 5,4%. No obstante, si la comparación se hace con 2008 la caída se acentúa a un 30% en las empresas y a un 14,9% en los hogares, lo que indica que la tendencia de reducción de GEI venía produciéndose con anterioridad a las últimas crisis.

En la anterior fase ascendente del ciclo económico, 2014-2019, las emisiones contaminantes de efecto invernadero se redujeron un 2,9% contando tanto a empresas como a hogares, pero el desplome fue mucho más intenso en la recesión de 2020 y parece haberse consolidado un nivel menor de emisiones de GEI respecto a 2019. Las fuertes restricciones a la actividad y a la movilidad en el primer año de la pandemia explican la caída de las emisiones en un 13,9% interanual, pero la confluencia de la recuperación económica de los dos años posteriores con la crisis energética derivada del conflicto en Ucrania ha sido determinante para acelerar la transición energética y la reducción de emisiones. También influye la composición sectorial española.

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La demanda eléctrica ha caído rápidamente en España como consecuencia, en primer lugar, del encarecimiento de los precios de la energía. No obstante, el crecimiento del PIB manteniéndose una menor demanda eléctrica estaría evidenciando que la coyuntura ha sido aprovechada para ganar eficiencia energética en la mayor parte de los sectores productivos.

Debido a esto, los indicadores de consumo energético se han desacoplado de la evolución del PIB y han llevado a modificaciones en los modelos de estimación del mismo en el Gobierno, según fuentes del Ministerio de Economía. Al menor consumo eléctrico se suma un mayor peso de las renovables en el mix energético, que también ayuda a reducir emisiones: generaron el 42,1% de la electricidad total en España en septiembre lideradas por la eólica (representó el 17,3% del mix).

Pese a los avances, aún queda mucho camino para que las emisiones de gases de efecto invernadero sean un 32% inferiores a las de 1990, según compromete el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima enviado por el Gobierno a la Comisión Europea en junio. Los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica apuntan a que las emisiones brutas de GEI solo fueron inferiores a las de 1990 en 2020 (-5,4%) para volver a repuntar en 2021 con la recuperación de la actividad.

Las actividades con más emisiones tienen reducido peso en el empleo y el PIB

Con datos de la EPA y de la Contabilidad Nacional Anual, el número de ocupados ha crecido un 3,1% en España entre 2019 y 2022 y el PIB alcanzó el nivel anterior a la pandemia en el tercer trimestre del año pasado. En esto también influye el peso en el PIB y en el empleo que tienen las ramas de actividad más contaminantes: manufacturas, agricultura, energía y transporte generan el 92,2% de las emisiones GEI de las empresas en España y el 71,3% de las totales, pero solo aportan una quinta parte al VAB y un 21,4% de los ocupados. Debido a esto, España siempre ha estado por debajo de la media europea en emisiones GEI por trabajador.

Los cuatro grupos de actividades más contaminantes han reducido sus emisiones GEI entre 2019 y 2022 a la vez que aumentaban o mantenían su VAB. Destaca el sector energético, que genera un 41,7% más. Sin embargo, no todos los sectores tienen más empleo, algo que se puede deber a las transformaciones tecnológicas.

Esto solo sucede en la agricultura, donde las emisiones han caído un 5% y el empleo también ha descendido un 2,8%. Al contrario, el sector de la energía consigue disminuir las emisiones un 5,5% y aumentar el empleo un 0,7%; el transporte rebaja un 1,3% las emisiones con un aumento de ocupación del 6,6% y la industria manufacturera emite un 8,66% menos con un incremento en el empleo del 0,4%.

Más empleos verdes

Esa pérdida de empleos en algunos sectores concretos se estaría compensando, al menos en términos generales, con la creación de otros. Según registra Fedea en su último Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo con datos del INE, los “empleos verdes” han aumentado un 62% entre 2014 y 2021, 47 puntos porcentuales más que el empleo total, pasando del 2,1% al 2,9% de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. La mitad del avance de los “empleos verdes” se ha producido entre 2019 y 2021 y se localiza esencialmente en el sector de la construcción y en la gestión o ahorro de energía.

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