Son muchos los espacios que se dicen que están encantados y en los que suceden cosas de rara explicación. Normalmente, suele estar abandonados debido y en un estado de conservación de dudosa fiabilidad. En Barcelona, se pueden encontrar varios lugares que cumplen con estas características, como es el caso de las piscinas malditas de Castellnou o el castillo del Infierno. Ambos lugares esconden una historia escalofriante que los han convertido en destinos solo aptos para los más valientes.
Sin embargo, otros espacios han sido rehabilitados hasta el punto de convertirse en una referencia para el mundo audiovisual. Este es el caso del Hospital del Tórax, en Terrassa, el cual es hoy en día un centro importante para el mundo del cine, además de ser el plató de Operación Triunfo. Entre sus muros, los 16 concursantes de la nueva edición de este talent musical disputarán esta misma noche la gala 1, en la que se decidirá el primer expulsado.
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Un hospital para trata la tuberculosis
El hospital de Tórax fue inaugurado en el año 1952 bajo el nombre de Ciudad Sanatorial de Terrassa. El complejo fue uno de los numerosos sanatorios que se construyeron durante los años 50 para combatir la tuberculosis. La enfermedad tuvo una mortalidad muy alta durante los años de la posguerra, que se extendieron hasta mitad del siglo XX. Con estos hospitales se pretendía aislar a los infectados para evitar que el contagio fuera mayor.
Así, el hospital de Tórax se convirtió en una referencia tanto dentro de Cataluña como en todo el país. Su monumental estructura de alrededor de 66.000 metros cuadrados era capaz de albergar más de 1.500 camas. A esto se le suman un gran catálogo de servicios, entre los que figuraban, por ejemplo, un teatro, un cine o una biblioteca. Esto se debe a que el arquitecto encargado de su construcción se inspiró en los sanatorios alemanes del siglo XIX.
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Algo obsoleto desde el principio
Sin embargo, el sanatorio quedó algo obsoleto desde su inauguración, pues los tratamientos y la metodología de prevención de la tuberculosis ya habían avanzado antes de su levantamiento. No obstante, durante los primeros años fue un puntal en lo referente a esta enfermedad. Así, llegó a albergar hasta un millar de internos, cuyos tratamientos oscilaban entre los seis meses y los tres años.
Diez años después, los enfermos solo permanecían en el sanatorio durante dos meses, lo que hizo que se reconsiderara su uso. Por ello, en el año 1969 comenzó a aceptar enfermos con otras patologías y ya en el 1975 adoptó el nombre de hospital de Tórax. Pero esto no fue suficiente, pues dada la poca eficiencia y falta de necesidad, en 1986 se cerró definitivamente.
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Leyendas y grabaciones cinematográficas
Desde su cierre, el complejo de Toráx ha sido objeto de numerosas leyendas. De hecho, en el programa de misterio Cuarto Milenio, de Iker Jiménez, grabó entre sus muros uno de sus programas donde se podía escuchar psicofonías y algún que otro fenómeno paranormal. Aunque, lugares como este siempre han suscitado esa aura de misterio debido al legado de la enfermedad que allí se trató y el número elevado de suicidios que se solían producir en sitios como este.
A pesar de ello, esto no ha impedido que la industria del cine se fije en sus pabellones para la recreación de escenarios tétricos y escalofriante. Así, producciones como la terrorífica REC 4, de Jaume Balagueró; El fotógrafo de Mauthausen, de Mar Targarona; o Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, han elegido este espacio. Esto sin olvidar, que el hospital de Tórax es el hogar de Operación Triunfo, pues en su interior se ubica el plató y la academia del concurso.