La Audiencia Provincial de León ha dictado sentencia contra una pareja acusada de estafar a un sacerdote la cantidad de 100.400 euros. El hombre y la mujer, quienes mantenían una relación sentimental y tenían hijos en común, han sido condenados a tres años de prisión cada uno. Además, deberán indemnizar al párroco con 101.550 euros.
La pareja contactó al cura en el año 2020 con una historia conmovedora pero falsa, presentándose como una familia en situación de extrema necesidad. Aprovechando la empatía y generosidad del párroco, simularon una grave enfermedad de uno de sus hijos y una supuesta falta de recursos económicos para alimentos y vivienda. Les urgía disponer de considerables sumas de dinero bajo el pretexto de que estaban a la espera del pago de un seguro y que necesitaban cubrir honorarios de un abogado para poder recibirlo.
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El engaño se prolongó hasta bien entrado 2021. Durante ese tiempo, la pareja solicitó repetidamente ayuda financiera al párroco, quien les entregó diferentes cantidades de dinero a través de ingresos y transferencias bancarias, así como en efectivo. El clérigo, movido por el deseo de ayudar, llegó a comprometer incluso fondos de la parroquia y solicitó préstamos a amigos y fieles con el fin de asistir a la pareja.
Más de 100.000 euros
Detalladamente, se estableció que el hombre recibió directamente del sacerdote una cantidad de 150 euros en efectivo y mil euros mediante un giro postal. Por su parte, la mujer, beneficiaria de ingresos y transferencias regulares a sus cuentas bancarias, acumuló el grueso del fraude con un total de 100.400 euros.
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El caso tomó un giro aún más dramático a mediados de 2021 cuando, alertado por el alcalde y un agente de la Guardia Civil sobre la posibilidad de estar siendo víctima de un fraude, el párroco decidió cesar de entregar dinero a la pareja. A consecuencia de su negativa, el hombre intentó junto a dos cómplices no identificados cometer un robo con violencia en el domicilio del párroco. Durante el asalto, la víctima fue golpeada y su casa registrada en busca de dinero y objetos de valor, aunque los asaltantes no se llevaron nada, huyendo del lugar por temor a ser descubiertos.
En el desarrollo del juicio, además de la pareja condenada, una tercera persona fue procesada. Sin embargo, la Sala no encontró pruebas suficientes que demostraran su participación en los hechos delictivos, por lo que fue absuelta de las acusaciones de robo con violencia en grado de tentativa y lesiones. La sentencia todavía no es firme y existe la opción de presentar recurso ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.