Un inquilino entra a su nueva casa y se encuentra marihuana: el anterior arrendatario ha acabado detenido

“Yo esto lo cuento y no se lo cree nadie”, decía Emilio, el portero de la serie Aquí no hay quien viva. Un inquilino debió decir lo mismo cuando entró en su nueva casa y se dio cuenta de que el anterior arrendatario se había olvidado varios gramos de marihuana.

La historia la ha contado la cuenta oficial de X, el antiguo Twitter, de la Policía Nacional. En el mensaje compartido, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado justifican, con ironía, que “el antiguo inquilino se la dejó olvidada y ha sido detenido”.

En la foto que acompaña la publicación se pueden observar varios gramos de marihuana en botes de lo que parece, a primera vista, mermelada. En el post, la Policía Nacional advierte de los efectos negativos de consumir este tipo de drogas que, aunque el consumo propio está permitido, no se puede poseer en grandes cantidades, como las que se ha encontrado el nuevo inquilino de la vivienda.

Uno de los principales efectos negativos de la marihuana es su impacto en la salud mental, especialmente en individuos propensos a trastornos psicológicos. Se ha demostrado que el consumo frecuente y a largo plazo de cannabis está vinculado a un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión.

Además, el uso de marihuana puede afectar la función cognitiva, especialmente en adolescentes. Diversos estudios han revelado que el consumo regular de cannabis durante la adolescencia puede tener efectos perjudiciales en la memoria, la atención y otras habilidades cognitivas. Estos efectos pueden persistir a largo plazo y afectar el rendimiento académico y laboral.

Otro aspecto preocupante es el potencial adictivo de la marihuana. Aunque no todas las personas que consumen cannabis desarrollan una dependencia, algunos individuos pueden experimentar síntomas de abstinencia, como irritabilidad, insomnio y pérdida de apetito, cuando intentan dejar de fumar. La adicción a la marihuana puede afectar la calidad de vida.

La posesión de marihuana está regulada en España por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana, más conocida como la “Ley Mordaza”. Estas leyes establecen las consecuencias jurídicas asociadas con la posesión y el consumo de sustancias estupefacientes, incluida la marihuana.

La posesión de marihuana puede tener consecuencias más graves si se considera que la cantidad excede los límites establecidos para el consumo propio. La legislación española distingue entre la tenencia para consumo propio, que es castigada como una infracción administrativa, y la tenencia con la intención de traficar o vender, que se considera un delito penal.

En el caso de la tenencia con fines de tráfico, la normativa vigente establece penas de prisión de hasta tres años por la producción, elaboración, tráfico o promoción al consumo de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, siempre que dicha conducta no constituya un delito más grave.

Además, la legislación también prevé penas específicas para el cultivo de marihuana. La producción o elaboración de drogas, incluido el cultivo de plantas de cannabis, puede conllevar penas de prisión de hasta seis años, dependiendo de la cantidad y de si la acción se realiza de manera organizada.