José Manuel, el ‘lama de Murcia’ y alquímico que elaboraba elixires con mercurio para sus adeptos: “Decía ser omnipresente”

Trascendencia Total. Así se hacía llamar José Manuel Cánovas, español de 50 años y autoproclamado líder de la secta Fundación Mahasandhi. Tras casi 15 años como “maestro” o “lama” de la organización sectaria, fue detenido por la Policía Nacional y ya se encuentra en prisión provisional. Era la máxima autoridad espiritual en el complejo religioso de más de 100.000 metros cuadrados en el que se asentaba la comunidad, en la localidad murciana de Abanilla, de apenas 6.000 habitantes.

La operación de la Policía Nacional, denominada Azogue por el antiguo nombre del mercurio, se pudo llevar a cabo gracias a las denuncias anónimas que recibió la Sección de Sectas Destructivas de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. Hasta entonces lideró con impunidad una secta que utilizaba “técnicas de manipulación coercitiva”, según la Policía Nacional.

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Juantxo Domínguez, presidente de la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad (RedUNE), explica que para las víctimas de Fundación Mahasandhi, José Manuel Cánovas era “omnipresente” y tenía un poder inabarcable, lo que frenaba su intención de denunciar cuando lograban escapar de las garras de la organización. Sin embargo, la ayuda este tipo de asociaciones, así como la apertura de un correo electrónico anónimo por parte de la Policía (sectasdestructivas@policia.es), están favoreciendo la investigación de las sectas.

El líder espiritual de Fundación Mahasandhi organizaba retiros y otras actividades que hacían confluir creencias del budismo, el hinduismo y el cristianismo. Trascendencia Total ejercía, además, de alquimista, ya que suministraba a sus adeptos sustancias psicoactivas entre las que se encontraba el “mercurio purificado”. De hecho, los agentes intervinieron casi 200 kilos de ese metal tóxico entre los búnkeres, almacenes y laboratorios clandestinos que registraron en el complejo de Abanilla.

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Según los investigadores, José Manuel Cánovas elaboraba ese elixir porque tenía supuestamente “efectos energizantes y vitalizadores”. Sin embargo, algunos seguidores ya habían presentado sintomatología provocada por la neurotoxicidad del mercurio. Además, los residuos que se originaban de las prácticas de alquimia del líder espiritual iban a parar a una fosa séptica ubicada dentro de la comunidad, lo que ocasionaba una alta toxicidad al medio ambiente.

El autodenominado Trascendencia Total pasaba largas temporadas encerrado en su casa cueva acompañado de varias mujeres que le asistían y realizaban las tareas que les ordenaba. Las afectadas, víctimas de la devoción a su líder, habían abandonado por completo sus círculos familiares y personales y se habían convertido en “renunciantes”, como la secta llamaba quienes se entregaban fielmente al “maestro” y mantenían el “voto de silencio” durante largos periodos de tiempo.

Fue el pasado viernes cuando los agentes acudieron al complejo de la Fundación Mahasandhi para explotar la operación. Intervinieron 90.000 euros en efectivo, un revólver, 19 kilos de marihuana, múltiples sustancias para la práctica de la alquimia y numerosos materiales relacionados con el esoterismo. Tras detener a José Manuel Cánovas, el Juzgado de Instrucción número 3 de Cieza lo envió a prisión provisional.