Durante los últimos meses, los árbitros españoles parecen más en el centro de las miradas que nunca, con el caso Negreira como principal culpable del señalamiento al que se ven sometidos. Tras el último balance del Comité Técnico de Árbitros (CTA), para valorar el primer tercio de la temporada, han sido varios los colegiados del fútbol que se han pasado por la radio deportiva para hablar sobre su trabajo. El más rotundo de todos ellos fue Alejandro Hernández Hernández.
“Llevo nueve meses superquemado, con muchas ganas de hablar. No tenemos por qué ser los protagonistas de esta historia”, consideró el canario este jueves en una entrevista con El Partidazo de COPE. “Nuestra única intención es pitar bien. Si durante la semana convertimos al árbitro en demonio…”, protestó.
Te puede interesar: Ángel Torres reitera en su crítica al VAR
Los vídeos de Real Madrid TV, especialmente críticos con la labor arbitral en la época reciente, salieron a colación durante su charla con Juanma Castaño. “Al final te llega. Llevo 30 años arbitrando y no nos afecta. No es el escenario perfecto para arbitrar, por la crispación que se genera. Esto afecta en el fútbol base porque pone la imagen del árbitro como un enemigo. Me han dicho barbaridades y me resbala siempre”, expuso Hernández Hernández, que también consideró: “No noto crispación de los jugadores del Madrid […] No es imposible que me den un Real Madrid - Barcelona, me encantaría pitar el de la segunda vuelta”.
Por supuesto, el escándalo con Negreira no podía faltar entre los temas comentados. “Jamás me dijeron nada de favorecer al Barcelona. Si me pasa, lo hubiera denunciado. Entiendo que desde fuera suena fatal lo que ha pasado y desde dentro es muy difícil de explicar que cómo ha podido ocurrir. Si es ilícito, que paguen por ello”, pidió el árbitro.
Te puede interesar: Djokovic señala quién será el gran rival de Alcaraz: “Llegará al número 1″
Aún fue más allá: “El 15 de febrero, nos cambió la vida a todos. El daño que ha creado es irreparable, lo más dañino en toda la historia para los árbitros. Cuando nos enteramos, pensaba que era una fake news; pensé que estaba manipulado hasta que ves que es una realidad. Luego es digerirlo, aceptar que un miembro de tu organización tenía un acuerdo económico con un club y eso está fuera de lugar, es un conflicto de intereses, aunque sea lícito. Eso tira por tierra la idea de que éramos un colectivo independiente, objetivo, limpio… y sigo presumiendo de colectivo, pero no podemos presumir cuando alguien de la casa ha trabajado con un club y con intereses económicos con este club”.
De hecho, Hernández Hernández llegó a reconocer que la situación es más peliaguda de lo que parece para él y el resto de sus colegas de profesión: “Yo puedo pedir como afectado, preguntar quién ha preguntado por mis bienes, y lo sé, pero por una cuestión judicial no lo voy a decir. Ahora tenemos que dormir con la llave echada por dar las direcciones”.
Sánchez Martínez y De Burgos Bengoetxea también dan la cara
Por otro lado, José María Sánchez Martínez habló en los micrófonos de El Larguero (Cadena SER). Aun considerando que “debemos dar pasos hacia delante de la comunicación”, no se mostró convencido sobre una exposición de los árbitros en el pospartido, como ocurre en el caso de los futbolistas y entrenadores: “Creo que no sería positivo hablar después de los partidos. Hay jugadas grises. Dar un veredicto final sobre las jugadas después de arbitrarlas lo veo un poco precipitado”.
Cuando Manu Carreño le preguntó por las manos, una de las cuestiones que más debate está generando en lo que respecta a las decisiones arbitrales, el murciano abogó por una mayor claridad: “Si tienes los brazos totalmente despegados del cuerpo y totalmente despegadas del cuerpo, es penalti claro. Una de las reflexiones que hacemos es que cuantas menos manos se pitan, perjudicamos más. Que las manos sean más claras para que sean a favor del fútbol”.
Ricardo de Burgos Bengoetxea tampoco esquivó la posibilidad de manifestarse públicamente. El vasco lo hizo en Radioestadio noche (Onda Cero), donde dejó una declaración interesante sobre el uso del móvil por parte de los colegiados: “En el descanso yo no veo jugadas, pero hay gente que sí. Yo a veces sí que cojo el móvil en el descanso, pero no veo vídeos, veo mensajes de mi familia. Pero no veo nada escandaloso. Igual que los jugadores ven vídeos de sus errores en el descanso para corregir. El CTA no nos ha dicho nada del móvil en el descanso”.
Su visión sobre el caso Negreira compite en contundencia con la de Hernández Hernández. “Nos ha hecho mucho daño. Es un lunar que nos va a costar quitar. La mayoría no tenemos nada que ocultar. Que me investiguen lo que quieran. Lo que queremos es que si hay algún culpable que salga y que lo pague”, sentenció.