Salva Ferrer ha saltado al primer plano este jueves. El futbolista español, de 25 años y que milita en el Anorthosis Famagusta de Chipre, donde juega cedido por el Spezia Calcio de la Serie B italiana, es noticia tras haber comunicado que padece linfoma de Hodgkin. Lo ha hecho a través de sus redes sociales, en las que ha colgado un comunicado para explicar su estado de salud actual.
“No es fácil tener que escribir este mensaje, pero desde hoy quiero transmitiros positividad. Me han diagnosticado un Linfoma de Hodgkin y en las próximas semanas empezaré con el tratamiento. Aunque no puedo negar que ha sido un golpe duro tanto para mí como para mi familia, el pronóstico es positivo y confío en tener una rápida recuperación para volver a jugar y a disfrutar lo antes posible. Tengo muy claro que para luchar contra esta enfermedad de nada sirve el miedo”, ha escrito en Instagram, junto a una imagen suya en el terreno de juego.
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En los comentarios de su post, Ferrer, que juega de defensa, ha añadido en catalán: “Nada más será una piedra en el camino”. El Spezia, club que tiene sus derechos, no ha tardado en manifestarle su apoyo: “Vamos Salva, estamos contigo”. También lo han hecho compañeros de profesión como Cucurella (”Fuerza crack”), Tete Morente (”Mucha fuerza hermano, tú puedes con todo”), Brugué (que sufrió un desvanecimiento hace unos días y le ha escrito “Fuerza amigo mío”) o Sergio Castel, con el que comparte vestuario (”Vamos hermano, ya sabes que esta familia está contigo”).
Pasado en el Nàstic de Tarragona
Nacido el 21 de enero de 1998 en Martorell, Barcelona, Ferrer pasó por las categorías inferiores del Jabac, el Espanyol y el Martorell, en cuyo primer equipo llegó a estar en el curso 2015-2016. Tras defender los colores de otro mítico del fútbol formativo catalán, el Damm, jugó en el Pobla de Mafumet en la temporada 2017-2018.
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A la campaña siguiente, la 18-19, debutó en Segunda División de la mano del Nàstic de Tarragona, con el que fue de la partida en 21 encuentros. Como se descendió, Ferrer tomó la decisión de hacer las maletas y probar suerte en Italia. Desde 2019, ha sido propiedad del Spezia Calcio, con el que ascendió a la Serie A en su primer año.
“Al final, la vida te guarda regalitos si te esfuerzas”, declaró el lateral a SPORT tras aquel éxito. “Aguantamos y logramos subir. No nos lo podíamos creer. Ahora la gente nos para por la calle, nos invita, te reciben mejor que nunca… Es bonito todo esto”, consideraba, impactado por la sucesión de hitos en su trayectoria en apenas unos pocos meses.
Disputó 50 partidos en la máxima categoría italiana, con cuatro asistencias. Sus pocas oportunidades en la 22-23 propiciaron la cesión que le llevó a tierras chipriotas este verano. Hasta la fecha, había marcado un gol en siete choques y se había abonado a la titularidad. “Nunca se sabe, porque la carrera de un futbolista es como es y a veces no está ni en tus manos”, confesaba al periódico deportivo catalán en 2020, antes de manifestar que se quedaba en Italia. En la actualidad, ha podido entender a la perfección el significado de aquella sentencia que pronunció.