El feminismo llega al 25N en busca de un frente común tras años de división: “Madrid no es el todo, el movimiento está más unido de lo que parece”

Asesinatos machistas, brecha salarial, acabar con el miedo de salir sola de casa, la justicia patriarcal, lograr una igualdad real... Son muchos los motivos para salir a la calle este sábado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha reivindicativa que este año cobra especial relevancia ante el auge del negacionismo de este tipo de violencia, mensajes que calan especialmente en los jóvenes. Por segundo año consecutivo, en Madrid se convocarán dos manifestaciones distintas, debido principalmente a los diferentes puntos de vista sobre la tramitación de la ley trans, la abolición de la prostitución y los efectos de la ley del “solo sí es sí” pese a la sustitución de Ana Redondo por Irene Montero al frente del ministerio de Igualdad. No obstante, en otras muchas ciudades y municipios del país solo habrá una marcha, a pesar de esas diferencias.

El hecho de que se celebren dos convocatorias en algunos puntos refleja, principalmente, que el feminismo, es un movimiento social amplio y diverso, con multitud de opiniones, aunque por encima de todo “existe un eje que marca el consenso y es erradicar la violencia machista”, explica a Infobae España Arantxa Elizondo, profesora de Ciencia Política y codirectora del Máster de Igualdad de la Universidad del País Vasco.

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Aunque esa división se escenifique más en la capital, “Madrid no es el todo y a veces se confunde, porque la realidad del movimiento feminista es que está bastante más unido de lo que puede parecer en los medios de comunicación”, señala la experta. Además, si hay un tema que genera un consenso unánime “es precisamente terminar con la violencia machista, luego habrá opiniones diferentes y se puede discutir sobre qué tipo de medidas o colectivos hay que priorizar, pero está claro que la prioridad es esa”.

Al igual que otros movimientos sociales, el feminismo no es unívoco, y aunque se compartan objetivos y metas, “eso no quiere decir que sean uniformes en su pensamiento”, recuerda por su parte la investigadora Virginia García Beaudoux, que también destaca que el objetivo común del 25 de noviembre sigue siendo luchar contra las violencias machistas.

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La doctora en Psicología, sin embargo, advierte que desplegar esas diferencias y diversidad de opiniones también puede provocar “un efecto negativo” para la causa feminista frente a la opinión pública, pues lo percibe como una división frente a un mismo acontecimiento. De hecho, numerosos estudios sugieren que para que las acciones de los movimientos sociales sean efectivas deben cumplir con tres condiciones: coherencia, visibilidad y consistencia, “y esa coherencia implica que, aunque haya divisiones internas, los movimientos sociales son más efectivos cuando frente a la opinión pública se dice lo mismo sin importar quien es el portavoz”, añade García Beaudoux.

La marcha que el Foro de Madrid contra la Violencia a las Mujeres (Foro 25N) y el Consejo de las Mujeres han convocado en Madrid tendrá lugar a las 12:00 horas entre Gran Vía y Plaza de España, bajo el lema “Contra la violencia contra las mujeres, unidad ciudadana y respuesta institucional” señalando al sistema prostitucional, la pornografía y la violencia reproductiva como formas de violencias machistas, si bien también protestarán contra el negacionismo y el repunte de feminicidios.

Estos grupos, sin embargo, se oponen a la extensión de derechos a las personas transexuales a pesar de que este colectivo es uno de los más invisibilizados y estigmatizados debido a los estereotipos y prejuicios. Consideran que las leyes que reconocen la autodeterminación de género “desdibujan a las mujeres como sujeto político y jurídico” y que ponen en riesgo las políticas de igualdad, por lo que se muestran contrarias a la ley trans, que fue aprobada en febrero con el objetivo de despatologizar el proceso de cambio de sexo en el registro y lograr otros avances para el colectivo.

Por otro lado, la convocatoria organizada por la Comisión 8M tendrá lugar a las 18:00 horas y partirá de la Plaza Carlos V en Atocha bajo el lema “Se acabó. Vamos a prenderle fuego al patriarcado”. En su opinión, “lo importante es movilizar a las mujeres, animarlas a salir a la calle para luchar por la erradicación de todas las violencias que se ejercen contra las mujeres, cis, trans y disidentes”. “Hablamos de un problema estructural y, por lo tanto, el foco no debe estar en si el movimiento feminista sale a la calle en Madrid dividido”, indica a este periódico su portavoz, Iria González.

La Comisión 8M marchará por el incremento de feminicidios, el aumento de riesgo de violencia hacia las mujeres migrantes o con discapacidad y la necesidad de una educación sexual, al tiempo que luchan por una “justicia feminista centrada en la reparación de las víctimas.”

En otras comunidades autónomas como Galicia, las organizaciones feministas han decidido convocar una sola marcha en las cuatro capitales de provincia, porque en un momento donde el recorte de derechos y la ola de conservadurismo que recorre el mundo, “es importante estar unidas y confrontarnos, pero desde un punto feminista, desde el diálogo y el razonamiento”, añade Pilar Estévez, portavoz de la Plataforma Feminista Galega. Este grupo, que se posiciona a favor de abolir la prostitución, asegura que el 25N no marchan exclusivamente por ese reclamo, sino para mostrar su rechazo a la violencia machista.

En lo que va de año en España han sido asesinadas 52 mujeres, una cifra que asciende hasta los 1.238 feminicidios desde 2003, año en el que comenzaron a registrarse estos crímenes.