El mundo de la política vive unas semanas de agitación tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, una decisión que llegó casi cuatro meses después de las elecciones generales, celebradas el pasado 23 de julio, y que ha puesto a la comunidad política en el punto de mira. Pero también a rostros ligados a los altos cargos del Estado, como Dolores Delgado.
Además, en el caso de la fiscal del Tribunal Supremo, sucede por partida doble. Por un lado, porque el Tribunal Supremo ha anulado su ascenso a fiscal de Sala de lo Militar este pasado 21 de noviembre y, por otro, por algo personal. Según ha desvelado LOC en exclusiva, la fiscal y su pareja, el exjuez Baltasar Garzón, se casan este próximo 3 de diciembre.
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Toda una sorpresa teniendo en cuenta la discreción con la que han llevado su relación teniendo en cuento la gran relevancia que tienen ambos. De hecho, esta no se confirmó hasta 2020, cuando se publicaron unas fotografías en las que aparecían juntos en el aeropuerto romano de Fiumicino tras disfrutar durante unos días de la ciudad eterna. Una escapada en la que se les pudo ver cenando muy acaramelados en un restaurante de la ciudad. Desde entonces, se han dejado ver juntos en contadas ocasiones y siempre en eventos públicos.
Dos años después de destaparse su historia de amor salió a la luz que Dolores Delgado se había separado de su marido, Jordi Valls Cappel, exdirectivo de El Corte Inglés, con quien se casó en 1986 y con el que tiene dos hijos en común. Según se conoció en aquel momento, la diferencia de los caracteres de ambos así como los viajes al extranjero de él, además de la rutina, dinamitaron su relación.
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Por su parte, Baltasar Garzón todavía estaba casado con su mujer, la bioquímica Rosario Molina, a quien dio el ‘sí, quiero’ en 1980. Padres de tres hijos, María, Baltasar y Aurora, fue en 2021 cuando separaron del todo sus caminos, quedándose ella la vivienda familiar, ubicada en Pozuelo de Alarcón.
Y aunque la relación amorosa entre Garzón y Delgado sorprendió bastante, lo cierto es que llevaban décadas siendo amigos. Se conocieron en el año 1993, cuatro años después de que Dolores se sacara la oposición de fiscal, con solo 27 años. El escenario fue la Audiencia Nacional de Madrid, concretamente en la Fiscalía especial Antidroga, donde también estaba el que ahora será su marido.
El compañerismo dio pronto paso a la amistad y, según los presentes en aquella época, llegaron a ser íntimos y se les veía almorzando juntos en numerosas ocasiones cerca del trabajo. Pero también disfrutaban juntos de planes lejos del trabajo, dejando claro que su conexión iba mucho más allá de lo laboral.