La continuidad de Margarita Robles al frente de Defensa no ha tomado a nadie por sorpresa. A lo largo de la pasada legislatura fue, según el CIS, la ministra con mejor imagen entre la ciudadanía y, a su vez, tanto la industria militar como las Fuerzas Armadas -al menos los oficiales y suboficiales- evaluaban positivamente su desempeño al frente de la cartera, lo que explica que su permanencia en este nuevo ciclo político no haya suscitado críticas de estos dos sectores que, al fin y al cabo, son los pilares del Ministerio. Sin embargo, la decisión de Pedro Sánchez de mantener a Robles no ha sido bien recibida por el escalafón más bajo de las FFAA, la tropa, quienes aseguran haber sido los grandes olvidados los últimos cuatro años.
De esta manera, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), la agrupación militar más combativa, ha lamentado la continuidad de Robles debido a “su nefasta política salarial” y a la negativa de unificar para todas las escalas un modelo de carrera único, un viejo de reclamo de ATME. En este sentido, desde la asociación denuncian que el incremento del presupuesto de Defensa, destinado a compras de armamento como consecuencia de la guerra en Ucrania, no se ha reflejado en los sueldos de los soldados y marinos.
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“Comienza el nuevo mandato de Margarita Robles con una situación económica en su ministerio como no se había conocido en todo el periodo democrático, debido a la situación internacional ocasionada por la invasión rusa en Ucrania, que ha permitido y permitirá millonarios desembolsos en adquisición y mantenimiento de armamento. Es necesario que este periodo que comienza sea el tiempo de las mejoras salariales, profesionales y de derechos de los militares, en especial de aquellos en que peor situación se encuentran, como son los pertenecientes a la escala de tropa y marinería”, han defendido desde ATME.
Dificultad de acceder al mercado laboral
Una de las principales reivindicaciones de la tropa española en los últimos años ha sido la dificultad de acceder al mundo laboral una vez que, en muchos casos, los soldados deben abandonar las Fuerzas Armadas al momento de cumplir 45 años, tal como establece la legislación vigente. Si bien desde el Ministerio de Defensa han diseñado distintos mecanismos y programas -principalmente acuerdos con el sector público- para facilitar a los militares encontrar trabajo, desde ATME aseguran que estos esfuerzos no son suficientes.
En un nuevo capítulo de esta problemática, desde la entidad que representa a los soldados han reclamado recientemente que Defensa e Interior lleguen a un acuerdo para la reserva de plazas para militares en Instituciones Penitenciarias y como examinadores de tráfico. Esta posibilidad fue una propuesta presentada, en 2020, por la ATME, que lamenta que desde entonces no se ha avanzado nada al respecto. “No se puede entender que este acuerdo tarde más de tres años en firmarse, a menos que no exista voluntad política de hacerlo por alguna de las partes, sobre todo cuando los ministerios dependen del mismo gobierno”, han reprochado desde la agrupación.