Blanca Espinosa, de 78 años, iba a enfrentarse este miércoles a ser desahuciada de la casa en la que vive desde hace más de cinco décadas. Su alquiler se regía por un contrato de renta antigua y la propietaria, que quería convertirlo en un piso turístico, llevó a la mujer a los tribunales por una deuda inicial de 88 euros, ahora incrementada a 177.
Los vecinos y activistas movilizados han conseguido frenar su desahucio. Según han informado a EFE fuentes de Resistim al Gòtic, una de las asociaciones presentes esta tarde en apoyo a los inquilinos, Blanca estaría dispuesta a renegociar su alquiler, que podría ascender a los 1.000 euros cuando ahora paga tan solo 338 euros.
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La situación de Blanca ha tenido gran repercusión, hasta el punto que el conocido pianista británico James Rhodes se ha ofrecido a pagar por adelantado dos años del valor del mercado de la vivienda. “Y algo más como incentivo”, ha asegurado en la radio catalana RAC 1.
“He ofrecido 20.000 euros para ayudar a Blanca, pero los abogados (de los propietarios) me han dicho que no”, explicaba Rhodes en la emisión radiofónica. Según el pianista, se encontraba “listo para hacer la transferencia”, pero los arrendadores “se han negado rotundamente”.
“Estamos convencidos de que lo único que quieren es tener el piso vacío para hacer un piso turístico”, ha afirmado en una entrevista con RAC 1.
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El artista londinense ha insistido en que está “listo para una guerra” y que pondría todos sus recursos en defender a Blanca. “¿En qué nos hemos convertido? ¿Dónde va la humanidad? ¿Dejarán en la calle a una mujer vulnerable después de 50 años en su casa? ¡Son buitres!”, ha concluido.
Más de cincuenta años en la misma vivienda
Blanca llegó a su hogar en el 1969, tras su matrimonio. “Yo entré a este piso vestida de novia”, aseguró a EFE la señora. La mujer explicó a EFE que no quiere marcharse, pues en esa vivienda residen los recuerdos de “toda una vida”.
Relata a esta agencia todas sus vivencias en el inmueble, que vio el nacimiento de sus dos hijos, el divorcio de su primer marido y la muerte de su segundo esposo. “Yo me quiero morir aquí”, afirmó la mujer.
El portavoz de la organización Resistim Gòtic, Daniel Pardo, explicaba esta mañana que era “especialmente injusto” porque el “único interés” de la propietaria es “echarla para alquilarlo a un precio más alto”.
Pardo ha señalado que la propietaria le jugó “una triquiñuela” a Blanca cuando compró todo el inmueble en 2010: “Hizo unas obras en el piso, además mal hechas, y le pasó a Blanca una factura de 88 euros, pero la anciana no se enteró”, ha relatado. Esta deuda se ha incrementado a 177 euros.
No se trata del primer intento de desahucio al que se enfrenta la mujer: el historial judicial muestra un primer intento en abril de 2020, suspendido por la pandemia. Le siguieron varios tanto en 2020 como en 2021, retrasados por la falta de un médico forense y por la situación vulnerable de Blanca.
(Con información de EFE)