A lo largo y ancho del territorio español se localizan parajes que son una maravilla. Gracias a sus imponentes montañas, extensos valles y paradisíacas playas, entre otras muchas cosas, su patrimonio natural nunca deja de sorprendernos. Así, cuenta con un conjunto que atrae a multitud de viajeros, convirtiendo a España en un referente del turismo rural.
Pero más allá de aquellos que son mundialmente conocidos, bajo el cobijo de extensos bosques o en mitad de una cueva, se ubican algunos de los rincones más mágicos. Este es el caso de la Cueva del Agua de Tíscar, una gruta natural que se ubica en la aldea homónima, perteneciente al municipio de Quesada, en Jaén. Se trata de uno de los enclaves más especiales del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, pues el viajero se queda con la boca abierta cuando contemplar su majestuosidad.
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La ‘Gruta de las Maravillas’
Este precioso paraje natural, conocido también como la Cueva de la Virgen de Tíscar fue una de las primeras grutas naturales conocidas en España. Recibe este nombre debido a que en ese mismo punto, a principios del siglo XIV, se le apareció la Virgen al rey Mahomad Abdón, o al menos eso cuenta la leyenda. No obstante, la cavidad se la conoce con otro sobrenombre que la ha hecho más popular: la Gruta de Maravillas de Cazorla.
Esto es gracias a la extrema belleza y la mágica atmósfera que se crea cuando se visita. Su formación es gracias a las aguas del río Tíscar, las cuales han erosionado la roca dando lugar a una profunda garganta. Así, el cauce, a su paso por el enclave, da lugar a un conjunto de cascadas y fuentes que son una delicia. De hecho, algunas tienen una altitud de hasta 20 metros de altura.
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“Además de por su elevado interés etnográfico (en su entorno hay una ermita) y geológico, con estalactitas en formación y abundantes depósitos de travertinos intercalados con guijarros, la Cueva del Agua de Tíscar destaca por albergar un gran número de plantas umbrófilas. De estas destacan el culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris), la flor de la viuda (Trachelium caeruleum) y la hiedra (Hedera helix), entre otras”, señalan desde la Junta de Andalucía.
Cómo acceder
La Cueva de las Maravillas se localiza a 13 kilómetros de Quesada y a 25 de Cazorla, siendo un plan ideal si se visita la zona. Su acceso es totalmente gratuito y libre, y para llegar hasta ella es necesario caminar a través de un túnel de unos 10 metros de longitud y uno de alto. Además, justo al lado de la entrada hay un parking donde poder dejar estacionado el vehículo. Cabe destacar que la visita es recomendable hacerla en primavera, pues, normalmente, es cuando más agua lleva el río.
Cómo llegar
Desde Jaén, el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por las carreteras A-316 y A-315. Por su parte, desde Granada el viaje es de alrededor de 1 hora y 45 minutos por la vía A-92.