El pueblo cordobés que tiene el castillo con la torre más alta de España

Esta villa permite conocer la historia de la región, además de albergar un rico conjunto monumental encabezado por su fortaleza

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Belalcázar, en Córdoba (Shutterstock).
Belalcázar, en Córdoba (Shutterstock).

En el norte de Córdoba, concretamente en la comarca de Los Pedroches, se ubica uno de los pueblos que mejor guarda la historia y monumentalidad de la provincia. Encabezado por su imponente castillo, la villa acerca el pasado a un presente tangible de la mano de su rico patrimonio arquitectónico. Además, su emplazamiento estratégico hizo que durante la Edad Media la localidad tuviera gran importancia en la región. Este es el caso de Belalcázar, un punto a descubrir para cualquier viajero.

La torre del homenaje más alta de España

Para comprender la historia de Belalcázar hay que remontarse a la época cartaginesa, cuando su nombre fue Andólises, que significa “Puerta del Valle”. Ya en época musulmana “se conoció como Gafiq, y más tarde como Gahet o Gahete: un poblado construido para controlar la ruta entre Córdoba y Toledo y en el que se erigió una recia fortaleza, probablemente sobre otra anterior romana”, explica Francesc Ribes en su libro Los pueblos más bonitos de la España vacía, de Anaya Touring.

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Sin embargo, cayó en manos cristianas a principios del siglo XIII, pero hubo que esperar al XV para que Gahete y su señorío pasaran a formar parte de las muchas posesiones de Gutiérrez de Sotomayor, maestre de la Orden de Alcántara. “Fue durante la regencia de su nuera, Elvira de Zúñiga, cuando se terminó de construir una nueva y espectacular fortaleza, un ‘bello alcázar’ que hasta dio nombre al pueblo, conocido desde entonces como Belalcázar”, señala Ribes.

Castillo de los Sotomayor y Zúñiga, en Belalcázar, Córdoba (Shutterstock).
Castillo de los Sotomayor y Zúñiga, en Belalcázar, Córdoba (Shutterstock).

Así, de su conjunto monumental destaca el impresionante castillo, conocido como el castillo de los Sotomayor y Zúñiga. Fue construido en la segunda mitad del siglo XV y presenta una imponente arquitectura gótico-militar. Así, queda claro su función defensiva durante ese periodo, ya que la villa era tierra fronteriza que linda con la meseta castellana y la sierra cordobesa.

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Su apariencia quita el aliento, pues se pueden apreciar unos robustos muros, custodiados por un conjunto de torres cilíndricas. Por encima de todas ellas, su espectacular torre del homenaje se alza como una lanza en mitad de esta tierra cordobesa, pues gracias a sus 47 metros de altura, es la más alta de toda España. El conjunto lo terminan por completar los diferentes escudos de los Sotomayor y los Zúñiga, los cuales reflejan el poder que tuvo y mantiene este linaje.

Un gran conjunto monumental

Pero esto no se queda aquí, pues aparte de la fortaleza, Belalcázar acoge otro gran monumento de gran valor. Se trata del convento de Santa Clara de la Columna, una construcción levantada en el año 1476 a petición de Elvira de Zúñiga. En sus primeros años fue un espacio solo para varones, aunque posteriormente paso a ser femenino, así hasta día de hoy. Además, el templo es conocido por la amplia variedad de dulces que alberga, lo cual atrae a viajeros de todas partes.

Convento de Santa Clara, en Belalcázar, Córdoba (Shutterstock).
Convento de Santa Clara, en Belalcázar, Córdoba (Shutterstock).

Más allá del convento y el castillo, la villa acoge un entramado de calles que invitan a perderse. Una visita obligatoria son las numerosas casas solariegas con escudos nobiliarios que se pueden encontrar, así como una serie de edificios históricos. Este es el caso del Hospital de San Antonio de Padua, de finales del siglo XV; la iglesia parroquial de Santiago el Mayor, del XV; un puente romano; y el antiguo pósito.

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A su vez, en los alrededores, el viajero puede disfrutar de “los restos del balneario romano de Santa María de la Selva (en una propiedad privada) y varias ermitas. Un ejemplo es la de Nuestra Señora de Gracia de Alcantarilla, del siglo XV, situada en un cerro cerca de restos arqueológicos prerromanos y romanos y destino de una animada romería en abril y octubre”, cuenta Ribes.

Cómo llegar

Desde Córdoba, el viaje es de alrededor de 1 hora y 20 minutos por las carreteras N-432 y A-422. Por su parte, desde Almadén el trayecto tiene una duración estimada de 50 minutos por las vías N-502 y CO-9402.

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