Chenoa: “No he sacado disco en siete años porque no quería, quería hacer entretenimiento”

Este 20 de novimebre es el gran día de Chenoa. Veintidós años después de saltar a la fama de la mano de Operación Triunfo, la mallorquina regresa al concurso convertida en su presentadora y maestra de ceremonias. Una forma de “cerrar el círculo”, en sus propias palabras, que la llena de emoción, pues es el mayor al que se enfrenta como presentadora en toda su vida.

Infobae España fue uno de los medios presentes en una distendida entrevista en la que Chenoa no solo habló sobre este reto que se le presenta, también de su futuro como cantante y de los muchos sentimientos que está viviendo.

Pregunta. En la presentación se te ha visto muy emocionada, pero también muy enfocada en esos 90 minutos, en presentar, ir al grano. ¿Cómo afrontas ahora, ya estando en las puertas, lo emocionalmente del formato como el cambio profesional?

Respuesta. Con la actitud de disfrutarlo, que es muy complicado, porque para mí, que soy una persona tan exigente conmigo misma, pues una se pone el listón algo. Pero lo estoy llevando con esas mecánicas que tengo de toda la vida que son estudiar mucho, tener claro lo que tengo que decir, transmitirlo de una manera que se entienda, que la gente lo conecte, también con una parte de que no soy una presentadora al uso y bueno, al final pues me salen cosas de manera sin filtro, por decirlo de alguna manera.

Con eso sí voy a jugar también que tengo una conexión muy especial con lo que hago. Soy jurado en un sitio, he sido concursante en este y ahora voy y lo presento. Hay que controlar las diferentes los diferentes ingredientes. Esto es un talent y es una ventaja si lo juegas a favor y te acuerdas de la experiencia que has tenido. Yo creo que es la baza principal, porque conecto con el jurado, porque sé que están pasándolo fatal y luego los chavales nerviosos, es un caldo de cultivo muy rico para lo que es un talent que va tan en directo, tan a piel.

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P. ¿Esta vuelta te está haciendo tener momentos de nostalgia, melancolía y todo lo que viviste hace con esa primera edición de Operación Triunfo?

R. No melancolía porque me suena a querer estar ahí y no, yo lo he vivido y he tenido todo lo que he tenido, un resultado espectacular. Esto es como cerrar el círculo. Es una catarsis de ti, de tu experiencia y de tu edad y te tiras un poco más para atrás y conectas rápido con todo eso para poder transmitirlo en casa también.

P. ¿Has estado en la academia? ¿Qué has sentido?

R. Yo soy muy básica. A mí lo de las lavadoras me impacta mucho. ¡Ahí te lo dejo! Yo he entrado y he dicho, ‘perdona, ¿esto es una lavadora?’. A mí eso me ha impactado mucho porque yo soy una señora de mi casa, yo plancho, limpio... A mí me gustan todas esas cosas porque ese momento me conecta a tierra y me relajo, así que soy mucho de pasar aspiradora.

Nosotros no teníamos lavadora, íbamos directos a las clases y no teníamos ese momento cotidiano para poder bajar un poco la pulsación mental. Esta academia está muy bien, mucho mejor que la nuestra. Es más adelantada en el tiempo, ¡es que son 22 años! Tienen plantas naturales y ¡una terraza! A mí lo que más me gusta sigue siendo el box, aunque no sé cómo le llamarán ahora, pero yo le llamo el box. Es donde yo me concentraba, donde estudiaba, donde no entraba nadie porque era mi box. Las zonas cotidianas me parecen muy coloridas, muy simpáticas, más alegres. Nosotros éramos más básicos. ¿Os acordáis de nuestro comedor, con los manteles de hule? Era un hule amarillo. También estaban nuestras fotografías en la pared, que yo decía, ‘¿por qué me tengo que ver cada día? ¡Si yo no tengo fotos ni en mi casa!’. Y me veías todos los días ahí.

P. Te habrán llegado un montón de mensajes apoyándote y deseándote suerte de tus compañeros de edición. ¿Hay alguno que destaques en especial?

R. Todos, todos. Porque todos están contentos, pero en general de gente sobre todo anónima. A mí me impactó mucho, me quedé bastante en shock cuando me dijeron que iba a ser presentadora del formato, que por supuesto dije que sí. Luego estuve un poco como en standby, porque tenía que digerirlo. Y la gente me preguntaba que como me sentía y yo decía que no lo sabía porque tenía que digerirlo.

Sin embargo, lo que me apabulló bastante es que hasta a los haters les pareció bien. Creo que nunca había oído tanta unanimidad al respecto, es que estaba esperando que alguno saltara. Y no... Es que era como lógico, natural. Decían, ‘bueno, si has sido concursante, pues ahora presenta’. No ha sido algo de la noche a la mañana, han pasado 22 años.

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P. Tú que has estado al otro lado, ¿qué puedes aportar como presentadora que no pueda alguien que no ha vivido esta experiencia?

R. No lo sé, porque yo creo que todos los que han presentado ha sido con su sello. Han sido muy buenos y he tomado mucha nota también de lo que puedo sacar de cada uno de ellos. Al que tengo más cerca es a Roberto Leal, porque está para comérselo. Fue ideal, era redondo para el programa y creo que es excepcional como presentador en todo lo que le pongas, porque tiene algo muy importante, que es ese charm, que lo lleva a todos lados donde va. Y yo creo que con Operación Triunfo lo reventó. Él me dijo, ‘disfrútalo Laura, tú disfrútalo, te va a encantar. No sabes lo que te lo que te va a pasar. Te vas a sorprender”. He tomado un poco de apuntes y, ¿qué puedo aportar yo? Lo que voy a intentar sobre todo es entender a la persona que tenga sentada delante, decirle, ‘yo te escucho’, eso es superimportante.

P. ¿Presenta OT era un poco la meta cuando empezaste a involucrarte más en la televisión como jurado en programas?

R. Ni por pensado. Ni creo que lo hubiera soñado ni cuando era concursante ni nada, lo puedo asegurar. OT es mi gran regalo del 2023, es el regalazo del 2023.

P. ¿Puede ser un punto de partida para seguir desarrollándote como presentadora en otros formatos?

R. Sí, por supuesto. A mí me encanta la tele, me gusta y me gusta aprender. Me gustan los equipos con los que me muevo, me siento cómoda, no es un sitio donde sienta que esté antinatural. Llevo 22 años en las casas, en el salón de casa de mucha gente. Me gusta estar con vosotros y que me paren por la calle como si una prima lejana, que me digan, ¡ay, qué guapa estás!’. Esas cosas a mí me gustan, me parecen cotidianas y me hacen sentir cariño.

P, ¿Qué formato de los que hay ahora en televisión te gustaría presentar?

R. A mí todo lo que sea música me gusta mucho, pero yo creo que el más redondo es OT 2023. No hubiera soñado ninguno mejor y seguir muchos años presentando OT. ¿Por qué no? Me encantaría.

P. ¿Crees que ahora mismo la industria actual está capacitada para acoger 16 nuevos talentos o una parte de esos talentos?

R. Sí. Y la demostración está en que tantas ventanas por donde salen tantos artistas. Como Íñigo Quintero, que está reventado a nivel global. Hay muchas ventanas y sitios. Y lo mismo aquí. Que aprovechen las clases, da igual salir tercero, séptimo o cuarto porque luego el universo responde.

P. ¿Volver a Operación Triunfo, es para ti una forma de cerrar el círculo con el programa?

R. El triunfo personal es haber entrado en OT en 2001. Es el primer triunfo personal que tuve porque yo anteriormente estuve diez años grabando maquetas y nadie me hizo caso. Y las maquetas me las pagaba yo, por cierto. Y haciendo books, diez años mandando maquetas y que nadie te diga que sí y de repente que te digan que sí. A partir de ahí yo ya peleé, pero peleé mucho tiempo, incluso en trabajos que igual no me visteis, pero para mí fueron buenos todos los que me dieron oportunidad de seguir teniendo un sueldo y poder estar viviendo de lo que me gusta. Vengo de un sitio en el que tampoco me veía nadie o poca gente, pero para mí eran importantes. Mi sala de casino durante seis años en Mallorca fue mi sueldo durante seis años. Faltaría más que ahora le eche piedras. Ni de coña. Y el gran triunfo fue entrar en 2001.

P. Han dicho en la rueda de prensa que los chicos van a recibir la visita de grandes estrellas como lo eres tú ahora. En tu edición, ¿cuál fue ese consejo que te ha acompañado a lo largo de tu carrera?

R. Nos dijeron un montón, vino gente guay, superpotente. Pero yo, fíjate, cuando me he encontrado a Carlos Baute, que vino al principio del todo, nos dijo: ‘Por cierto, haced deporte todos los días, como no lo hagáis no aguantáis en el escenario!’ ¡Qué razón tenía! ¡Nos acordamos todos de eso que nos dijo! Luego cuando te ibas de gira, una hora y media corriendo como un animal e intentando cantar a la vez, al final ponen pistas abajo porque no vaya a ser que no, pero tienes que cantar y bailar.

P. Hace poco hubo un debate sobre ciertos artistas que prohibían los móviles en los conciertos. ¿Tú eres partidaria?

R. Depende de la generación a la que vayas a ver, del estilo. En música clásica no estaría muy bien visto, pero sí de reggaeton. Todo es igual de respetable. A mí no me parece mal.

P. El otro día publicaste un post en tus redes anunciando que estabas preparando nueva música. ¿Por qué te has tomado todo ese tiempo?

R. Porque no quería, quería hacer entretenimiento, quería trabajar en televisión y hacer radio. Y a veces es como que te acotan mucho a lo que sabes hacer y a mí no me interesa. A mí me interesa saber también de aprender otras cosas que me dan porque me interesan, las cojo, aprendo, sigo y peleo. He conseguido ser presentadora de un programa que amo y adoro con todo mi corazón después de ocho años de estar haciendo pequeños proyectos y pequeñas colaboraciones. Poquito a poquito, yo trabajo y tengo paciencia. Todo trabajo requiere que tener paciencia.

P. ¿Y ahora qué ha cambiado?

R. Me ha picado un poco lo de Operación Triunfo, que estén todos cantando y yo no. En verano es verdad que he estado en faena. Siempre he tenido incluso años atrás, canciones con ideas, maquetadas lo de siempre, tenía ideas. Unas 25 o 30 ideas que he grabando tal y esta es la que va a salir al final. Es algo que está muy macerado.

P. Volviendo al tema de los consejos, ¿cuál darías tú a los próximos concursantes de OT 2023?

R. Qué peligroso es eso de dar consejos, pero yo les invito a que salgan de la zona de confort, a que canten un estilo que jamás tocarían. Les invito a todo eso, me parece importantísimo con 18 o 19 años moverse de dónde conocen, están en la edad para hacerlo. Es la edad de caerse, están nuevos, se levantan rápido, yo me caigo y bueno...