Shakira vivirá este lunes 20 de noviembre un momento señalado, y no por algo positivo. La cantante colombiana se sienta en la Audiencia de Barcelona por presuntamente haber defraudado 14,5 millones a Hacienda entre 2012 y 2014. Unas graves acusaciones por las que la Fiscalía de Barcelona pide ocho años y dos meses de cárcel y una multa de 23,8 millones.
Al ser una pena tan alta será un juicio largo y, de hecho, está previsto que se extienda a lo largo de doce sesiones en las que participarán 117 testigos, además de peritos e inspectores de la Agencia Tributaria, para que el tribunal pueda resolver si, como mantiene la Fiscalía, la artista colombiana simuló tener residencia fiscal en Bahamas para burlar su obligación de pagar impuestos a la Hacienda española.
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Ese más de un centenar de testigos serán los grandes protagonistas de las jornadas y no solo porque sus declaraciones serán clave para tomar una decisión, también porque convertirán la audiencia en una suerte de alfombra roja debido a la gran cantidad de rostros conocidos que se personarán en la sala. Sus declaraciones ayudarán a conocer cómo era la vida de la artista en esos años, en los que era pareja de Gerard Piqué, y averiguar si realmente vivía en Barcelona de forma habitual.
Testigos conocidos
Uno de los testigos más relevantes es el exnovio de Shakira, el argentino Antonio de la Rúa, quien tuvo diferentes cargos en algunas sociedades de la cantante. Según se puede leer en la acusación, estas empresas sirvieron para canalizar algunos de sus ingresos millonarios a países con poca o nula tributación. Por ejemplo, en el año 2004, cuando aún era pareja, se compraron una casa en la capital de Bahamas, Nassau, país que poco después dio un permiso de residencia permanente a la autora de Loba, que ha usado esto en el proceso para demostrar que tenía allí su domicilio, no en Barcelona.
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A De la Rúa se sumarán otros famosos que compartieron tiempo y espacio con ella en Barcelona durante esos años, entre ellos los hermanos José y David Muñoz de Estopa, el cantante de Maná Fernando Olvera o el chef Hideki Matsuhisa. Pero también otros muchos que podría probar que sí vivía en España, como los trabajadores de los establecimientos a los que iba, el que era su chófer personal, trabajadores de restaurantes o incluso la representante de Dolce&Gabanna. Pero también antiguos vecinos, sus dos ginecólogos de la clínica Téknon, a la que acudía bajo el seudónimo de Sila Prieto, sus peluqueros o sus profesores de zumba y fitness.
Además, según El País, también está previsto que declaren altos directivos de Live Nation o Sony Music, compañías con las que ha tenido contrato. Tampoco faltará su hermano, Antonio William Mebarak, su cocinera, algunos músicos que han ido con ella de gira o amigas de Miami.