En la ciudad de Burgos, una joya cultural lleva 173 años desafíando el tiempo y las tendencias del mercado. Se trata de la librería Hijos de Santiago Rodríguez, no sólo la librería más antigua de España sino también la quinta con más años de historia en Europa. Fundada en 1850 por un visionario de la cultura, Santiago Rodríguez Alonso, esta librería no es solo un sitio de intercambio comercial de libros, sino también un punto de encuentro para los amantes de la sabiduría y un testimonio vivo de la historia editorial española.
Desde sus inicios, la librería, que entonces incluía una editorial y un taller de impresión, ha jugado un papel fundamental en la difusión del conocimiento y la cultura en España. Su filosofía empresarial se ha mantenido fiel al pensamiento de su fundador, representada a través de su logotipo, la diosa Minerva -símbolo de sabiduría y progreso intelectual-, y su lema “La escuela redime y civiliza”, una clara manifestación del compromiso adquirido por generaciones de mantener un espíritu ilustrado y progresista.
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El negocio familiar comenzó con el capital de Rodríguez Alonso y se estableció en la calle Laín Calvo, una zona prometedora de nuevo cuño en la Burgos de la época, donde permaneció más de un siglo, hasta 1960. Bajo su ala, la editorial y librería vieron los trabajos de prominentes autores e ilustradores, incluyendo al propio fundador y sus descendientes, que también contribuyeron con sus escritos a la creciente biblioteca de publicaciones de la casa.
Cinco generaciones
Con el paso del tiempo, el relevo generacional ha mantenido la esencia del negocio, desde Mariano, hijo de Don Santiago y primer presidente de la Asociación de Prensa de Burgos, hasta la actual gestora, Mercedes Rodríguez Plaza, que representa la quinta generación y continúa la labor de su familia desde la ubicación actual en la calle Avellanos desde 2019.
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En un mundo donde proliferan las librerías de grandes cadenas y las ofertas masivas en línea, esta librería se sostiene como un faro del libro y la cultura local, en una ubicación que ha cambiado con los años, pero cuyo espíritu permanece inalterable. La resistencia y adaptación de Hijos de Santiago Rodríguez ha permitido que, a pesar del empuje de la modernidad y las dificultades que encara el comercio independiente, se mantenga abierta y activa, ofreciendo a los lectores no solo libros, sino una experiencia y conexión con el pasado literario de la región y del país.
La librería ha sido testigo y parte activa del progreso educativo, incluso cuando las tasas de analfabetismo en España eran alarmantemente altas. Con la impresión de libros de texto y materiales educativos, y más tarde especializándose en manuales escolares post Guerra Civil, la librería ha acompañado a España en su camino hacia una sociedad más ilustrada y educada.
La librería Santiago Rodríguez es una institución que se erige como un testimonio de la evolución social y cultural de España. Ha trascendido como un negocio familiar impregnado de historia, educación y legado, permaneciendo como un emblema de la literatura y un lugar donde cada libro adquirido es una pieza de historia en las manos del lector.