Alcaraz, un año sobresaliente con un final agridulce

El tenista español cierra con derrota su mejor temporada tenística desde que compite en la élite: seis títulos, uno de ellos en sobre la hierba de Wimbledon, y dos semifinales en Roland Garros y el US Open. Las derrotas durante la gira asiática y las ATP Finals dejan mal sabor de boca

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Alcaraz posa con su trofeo de Wimbledon (REUTERS).
Alcaraz posa con su trofeo de Wimbledon (REUTERS).

Como otras tantas veces ante otros tantos aspirantes mucho más jóvenes que él, Novak Djokovic volvió a prevalecer a sus 36 años. “Me motiva ganar a esta generación de jóvenes tenistas hambrientos”, declaraba en la previa al torneo. El serbio, que no se había mostrado imperial hasta este sábado en Turín, elevó su juego en el momento preciso para batir a un meritorio Carlos Alcaraz, que se despide de las ATP Finals en semifinales y con la cabeza alta, tras llegar más lejos de lo que su estado físico y mental auguraba.

La derrota en Turín significa el broche de Carlitos a una temporada que, pese a los resultados y sensaciones de los últimos torneos, es la mejor desde que compite en el circuito. Sus seis títulos, uno de ellos en Wimbledon, y las semifinales de Roland Garros y US Open son otros grandes resultados del año. Además de sus títulos en Buenos Aires, Madrid, Barcelona, Queense Indian Wells.

“Cuando físicamente me encuentro bien, sé que los rivales tienen difícil ganarme. No me siento ni mejor ni superior a nadie, pero tengo claro que tienen que jugar a un nivel alto para ganarme”, afirmó tras conseguir los cuartos de final de Madrid. La gira asiática ha sido demoledora. En Pekín fue Sinner el que le superó en semifinales. Grigor hizo lo propio en el torneo de Shanghái y Safiullin en París antes de que Zverev le sorprendiera en la fase de grupo de las ATP Finals en Turín.

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Empezó el año igual que acabó: con sensaciones encontradas

Los irregulares resultados fueron acompañados de sensaciones encontradas respecto a su juego. Situación similar a la de principio de año. “Cuando estaba en mi mejor momento de la pretemporada, me he lesionado en un gesto fortuito y forzado entrenando, esta vez en el músculo semimembranoso de la pierna derecha. Había trabajado muchísimo para llegar a con mi mejor nivel al Open de Australia. Desgraciadamente, no podré jugar”. Así, bajo la incertidumbre generada por una lesión y la frustración desencadenada al perderse el primer Grand Slam del año, arrancó la temporada de Carlos Alcaraz.

El número uno del mundo en tenis, Carlos Alcaraz, tiene tres hermanos. Dos de ellos están también metidos en el mundo del tenis

A las primeras de cambio se vio obligado a mantener guardadas sus ilusiones en la mochila y establecer en su academia el campamento base para recuperarse de la lesión hasta que, con la llegada del mes de febrero, todo cambió. Cruzó el charco para competir el torneo de Buenos Aires y comenzar la temporada de tierra batida apuntándose el mencionado torneo, el de Madrid y el Godó también bajo la arcilla y sobre la pista dura de Cincinnati e Indian Wells.

Tras ausentarse del Open de Australia, Alcaraz se salió en los otros tres

“Cuando te enfrentas a alguien como Novak, tienes que estar fuerte mentalmente y saber llevar la presión que pone sobre ti en cada pelota. Pienso que he aprendido mucho sobre eso”, dice un Alcaraz que sus 20 años ha conseguido lo que no pudo en su día el propio Djokovic, superar la fase de grupos en su primera participación en el torneo. Se convierte así en el tenista más joven que lo consigue desde que lo hiciera Rafa Nadal en 2006. La victoria de Djokovic ante Alcaraz supone el 3-1 personal en la actualidad.

Alcaraz sufre calambres durante su partido con Djokovic en Roland Garros (REUTERS).
Alcaraz sufre calambres durante su partido con Djokovic en Roland Garros (REUTERS).

Fue el cuarto y último del año. Nole se impuso como lo hizo en Cincinnati y en Roland Garros, donde los calambres pudieron con Carlitos. “No puedo, no puedo”. Fueron las palabras que gritó Carlos Alcaraz tras sentirse paralizado en su partido de semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic. “Aquí, aquí, aquí… estoy muy jodido tío. ¿Cómo puede ser?” le preguntaba el tenista murciano con cara de incredulidad a su equipo. La presión por tener delante al tenista con más Grand Slams de la historia, la Philippe Chatrier llena hasta la bandera, la tensión, los nervios... a Carlos se le juntaron demasiados intangibles.

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Acababa de igualar el partido ante uno de los mejores tenistas de la historia cuando su cuerpo dijo hasta aquí. Alacaraz tan solo se impuso en el All England Club, la catedral del tenis. “Todavía no me lo creo, es increíble. No sólo he ganado, sino que lo he hecho contra una de las mayores leyendas de nuestro deporte. Empecé compitiendo al tenis viéndote jugar. Estás ganando torneos desde que nací. Los 36 son los nuevos 26″, le dijo Alcaraz a Djokovic tras conquistar su segundo Grand Slam, primero sobre hierba.

El español aún no es consciente de la gesta que consiguió en Londres batiendo al tenista con más grandes torneos ganados de la historia. Se ha convertido, con 20 años, dos meses y 11 días, en el ganador más joven de los últimos 37 años y el tercero más joven de la historia tras Becker y Borg. En el US Open un colosal Medvedev se impuso en el camino del tenista española y la final de un torneo que le vio crecer hace un año levantando su primer Grand Slam. Al contrario que la temporada pasada, Carlitos finaliza el año como segundo del mundo, sólo superado por Djokovic, y con la intención de seguir creciendo a velocidades tan vertiginosas.

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