El mercado de fichajes había finalizado cuando Sergio Ramos y el Sevilla volvieron a juntar sus caminos 18 años después de su marcha rumbo al Real Madrid, donde ha permanecido 16 temporadas. Por el camino se fue de Erasmus durante dos cursos a París, a defender los colores del PSG y para regresar a su casa rechazó importantes ofertas de Turquía y de la liga de Arabia Saudí. Tras de un verano en el que su nombre estuvo relacionado con la entidad andaluza prácticamente cada día de mercado, la fumata blanca llegó iniciada la temporada. Las últimas horas del jugador han sido frenéticas.
Ramos había alcanzado un preacuerdo con el Al Ittihad saudí, en el que milita su excompañero Karim Benzema, pero el Sevilla entró en escena y las raíces pesaron más para el camero. “Llevo unos mesecillos esperando esto, pero contento de volver e incorporarme cuanto antes. Tendremos tiempo para hacer la rueda de prensa y la presentación. Deseando volver a casa, no tenía sentido irme a ningún otro sitio sin pasar por aquí, era una deuda con mi padre, con mi abuelo, con el sevillismo y con Puerta, con muchas cosas que ha significado mucho y creo que era el momento”, aseguró recién aterrizado en Sevilla.
“Es gente que las subasta o vende en internet”
A sus 37 años vive una segunda juventud en el club de su infancia. Acumula minutos y actuaciones mariscales que incluso han llegado a avivar su posible vuelta a la selección. El de Camas ha vuelto a estar en boca de los aficionados, pero en esta ocasión, por asuntos extradeportivos. El pasado viernes se viralizó en redes sociales un vídeo en el que Sergio Ramos parecía negarse a firmar una camiseta del Real Madrid a un aficionado. La grabación no mostraba una secuencia completa de los hechos, ya que estaba editado, y tampoco se podía escuchar el sonido original, sustituido por una canción.
Antes de ese momento ya le había firmado unas 6 camisetas del @realmadrid.
— Sergio Ramos (@SergioRamos) November 18, 2023
Y luego es gente que las subasta o vende en Internet… https://t.co/viiEsZu0r5
La grabación se realizó a la salida de las instalaciones de entrenamiento de Sevilla. Sergio Ramos, en su vehículo particular, paraba ante decenas de aficionados que aguardaban a los futbolistas sevillistas en busca de un autógrafo. En el vídeo se ve como Ramos firma primero una camiseta del Sevilla, posteriormente le muestran una del Real Madrid, que Ramos aparta, estampa un autógrafo en otra elástica del París Saint-Germain y finalmente se marcha. El jugador, muy criticado en redes sociales, se pronunció sobre ello. “Antes de ese momento ya le había firmado unas 6 camisetas del Real Madrid. Y luego es gente que las subasta o vende en Internet…”, apostilló.
Ramos, protagonista ante el Barça
Sergio Ramos, el futbolista que en tantas ocasiones generó la animadversión en el Camp Nou, se marchó ovacionado de Montjuic tras la victoria del Barça por la mínima sobre el Sevilla. Sigue vistiendo de blanco, pero el resultado ya no es el mismo. Sigue marcando goles en un partido con el Barça como rival, pero esta ocasión lo hizo en su propia portería. La fortuna se alió con el conjunto azulgrana cuando el central, de manera involuntaria, introdujo en su meta el cabezazo de Lamine Yamal y a la postre permitió a los de Xavi irse a la cama como líderes del campeonato.
Los dos últimos jugadores que tocaron el balón en la jugada del gol fueron Lamine Yamal y Sergio Ramos, quienes se reencontraban siete años después. La primera toma de contacto entre ambos jugadores data de 2016. Ocurrió durante los prolegómenos de un Clásico en el que se homenajeaba a Johan Cruyff, fallecido pocos días antes. Sergio Ramos estaba en el túnel de vestuarios preparado para salir al campo capitaneando a su equipo. A la derecha de los futbolistas blancos estaban en fila los niños que iban a saltar con ellos al terreno de juego. El primero, el que salió de la mano con Ramos, era un sonriente Lamine Yamal.