Qué fue de Natalia Millán, la actriz que dejó la pequeña pantalla para triunfar en el teatro: su lado más desconocido y su gran pérdida

La madrileña saltó a la fama en la década de los 90 y, pese a que muchos han perdido la pista de su carrera, la también cantante y bailarina no ha dejado de cosechar éxitos en las artes escénicas

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Natalia Millán (Atresmedia)
Natalia Millán (Atresmedia)

Una de las personalidades más destacadas del panorama artístico español es Natalia Millán, una mujer todoterreno que, a lo largo de su trayectoria, ha desarrollado diversas facetas. Además de ser actriz, bailarina y cantante, durante un tiempo, estuvo formando parte de la pequeña pantalla como presentadora de Hable con ellas.

Su paso por el cine, con películas como Sangre de mayo o Nubes de verano, y series de televisión españolas, como El internado, El ministerio del tiempo o Amar en tiempos revueltos, la han convertido en una de las actrices más reconocidas y queridas de nuestro país. Sin embargo, en los últimos tiempos son pocos los que han seguido el rastro de la madrileña, quien no ha dejado de cosechar éxitos siguiendo su gran pasión.

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Pese a que la artista gozaba de una gran popularidad en panorama cinematográfico y televisivo, su gran delirio siempre han sido los teatros y, en concreto, los musicales. En la década de los 90, alcanzó un éxito descomunal gracias a la serie El Súper, historias de todos los días, una ficción en la que la artista debutó como protagonista. Sin embargo, actualmente, Natalia Millán se dedica completamente a las artes escénicas y, de hecho, ha participado en conocidos musicales como Los chicos del coro, Jesucristo Superstar, La magia de Broadway, Cinco horas con Mario o Bailo Bailo, su más reciente musical inspirado en canciones de Raffaela Carrà.

Natalia Millán, en la obra
Natalia Millán, en la obra teatral 'Cinco horas con Mario' (Europa Press)

Pero no siempre han sido días de gloria para la cantante. Millán confesó que su predilección no siempre le ha dado de comer y, en ocasiones, se ha visto obligada a robar. “En el teatro de la danza, cobraba al mes 60.000 pesetas—aproximadamente 308 euros—, y el alquiler que tenía que pagar eran 62.000 pesetas—unos 320 euros—. Así que los fines de semana cantaba también boleros en bodas. Cuando había pocas bodas, íbamos fatal. Yo entraba en El Corte Inglés, en el supermercado y me compraba una Coca Cola, pero de camino a la caja me comía un paquete de almendras, una chocolatina”, desveló a Deluxe, espacio de Telecinco.

Si bien es cierto que, ahora, la vida de Natalia Millán transcurre en los teatros, hace un tiempo, estuvo formando parte de los platós de televisión de la mano de ¡Mira quién salta!, donde ejerció de jurado, y Hable con ellas, donde debutó como presentadora. Su experiencia como conductora aún la recuerda con gran añoro, pero que, según aseguró a El mundo, no prevé volver a realizarla, al menos a corto plazo.

Asimismo, Natalia Millán tiene claro que no participaría en ningún reality de televisión. Sin embargo, sí ha formado parte de diversos concursos televisivos como Pasapalabra, donde acudió como invitada.

Una vida muy hermética

Aunque se conocen muchos detalles de la vida profesional de Natalia Millán, lo cierto es que la actriz es muy reservada en lo que respecta a su vida personal. De hecho, pese a que son varios los artistas que intentan mantener una cercanía con sus fans a través de redes sociales, en el caso de la madrileña la situación es bastante diferente, pues no posee ninguna de ellas.

“Yo no tengo Instagram. No quiero estar en Instagram. Pero, al final, parece que me tendré que unir”, afirmó a El Mundo. Si bien es cierto que Millán intenta no ofrecer información sobre su intimidad, no pudo evitar abrirse en vena en Deluxe.

El momento más duro que ha vivido Millán en su vida fue la pérdida de su pareja y el padre de su única hija, Violeta. Aunque la parte más difícil fue contarle a su pequeña lo sucedido. “El día antes de que mi hija cumpliera cuatro años, su padre murió en un accidente de coche. Fue muy duro, mi hija sufrió una de las peores cosas que le puede pasar a un niño”, confesó.

Un complicado capítulo de su vida que le costó superar. Durante mucho tiempo, su gran apoyo y refugio fue su familia y su trabajo. Pese a que han pasado casi 20 años de aquel trágico episodio, a Natalia no puede evitar no emocionarse cuando lo recuerda, tal y como desveló a una entrevista a Diez Minutos.

Fue muy triste, pero— mi hija— es una mujer con una madurez impresionante, feliz, y creo que es porque como en esta sociedad negamos la muerte y nos sentimos eternos, un golpe como ese nos ayudó a aferrarnos más a la vida. Por eso hay que aprovechar cada momento, y no perder el tiempo en tonterías. En mi casa hemos cambiado los papeles, ella es la madura y yo la eterna adolescente”, explicó a la revista del corazón y añadió que Violeta se decantó por estudiar Bellas Artes, algo que la llena de orgullo.

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