Litros y litros de agua se desprenden cada día de uno de los enclaves más espectaculares de Castilla y León. Las cataratas del Niágara se erigen en el imaginario de gran parte de la población como uno de los puntos más impresionantes de la naturaleza a nivel global. Réplicas hay pocas, o prácticamente ninguna. Sin embargo, desde la distancia, y adaptándose a su propia escala, la localidad salmantina de Pozo de los Humos presenta las ‘cataratas del Niágara españolas’.
En este sentido, cobijándose entre una frondosa arboleda y afianzando su poder entre los entresijos del Parque de los Arribes del Duero, el pozo de los humos se inscribe como uno de los secretos mejor guardados de Castilla y León. Entre tanto, y con más de 50 metros de caída de los que se desprende litros y litros de agua de forma diaria, este emplazamiento es considerado uno de los mayores saltos de agua de la Península Ibérica. Además, sobre todo en invierno, cuando las precipitaciones son más abundantes, en este punto se origina uno de los fenómenos naturales más curiosos que existente. Y es que, sobre su maravillosa cortina de agua, también se levanta una especie de nube de vapor, unos llamativos vahos que asemejan humos.
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Cómo llegar a Pozo de los Humos: hay dos formas de hacerlo
Para llegar a Pozo de los Humos hay dos formas de hacerlo, dos rutas de senderismo que no demandan de un gran esfuerzo físico:
- La ruta desde Masueco: Masueco es un pequeño pueblo salmantino que hace frontera con Portugal. En esta primera opción hay más de 2,5 kilómetros de travesía a través de una senda. El camino culmina en una vertiginosa pasarela incrustada en la roca que se lanza al vacío y que permite ver el pozo desde arriba. Además, la ruta desde Masueco hasta el Pozo de los Humos también se conoce como la Senda de Unamuno, esto se debe a que el ilustre escritor visitó esta misma cascada hace más de cien años. Así, el literato quedó tan maravillado por la belleza del salto de agua que escribió varios artículos sobre este enclave. Desde entonces, el camino que une el pueblo con el río pasó a llamarse así en su honor.
- La segunda opción es la que parte de Pereña de la Ribera: Aquí el camino se inicia desde la otra parte del río Uces. Este tramo es aún más corto que el anterior. Además, se puede aparcar en una zona relativamente cercana. En esta ruta se encuentran los mejores miradores para disfrutar de la grandeza de este extraordinario paraje natural.
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Los dos municipios que comparten un tesoro único en el mundo
Los municipios de Masueco y Perreña son los dos afortunados que comparten esta estampa de los Arribes del Duero. Todo visitante se queda maravillado por la belleza de este entorno.
De hecho, el poeta Antonio Machado dedicó algunas palabras a este salto de agua: “Es singular el atractivo del agua. Estaríase uno las horas muertas contemplándola fluir, dejándose ganar el espíritu por la sensación purísima que su constante curso nos produce. El agua es acaso la que mejor imagen nos ofrece de la quietud en el movimiento, del solemne reposo supremo que del concierto de las carreras de los seres todos surge”, escribió.