La isla que tiene 10 pueblos: un paraíso de sol, naturaleza y playas de arena fina

Con las vacaciones de Navidad a la vuelta de la esquina, quienes quieran huir de España y el frío, pueden decantarse por un lugar que combina tranquilidad y paisajes de cuento

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El faro de las ballenas (Phare des Baleines), en la punta oeste de la Île de Ré, Francia. (Shutterstock)
El faro de las ballenas (Phare des Baleines), en la punta oeste de la Île de Ré, Francia. (Shutterstock)

Desconectar, disfrutar, huir del frío y el mal tiempo que sacude a España desde hace días… Son muchas las excusas que pueden utilizarse para escapar de la rutina, hacer las maletas y aprovechar las vacaciones de Navidad, que están a la vuelta de la esquina. Quienes prefieran salir del país pueden optar por descubrir una isla ubicada en Francia que tiene 10 pueblos y que no deja indiferente a ninguno de sus visitantes. Y esto no es de extrañar, si se tiene en cuenta el sol que recibe durante todo el año y que combina naturaleza y playas de arena fina.

Cuando se trata de planificar un viaje, un sinfín de destinos se postulan entre los candidatos. Pero, si se busca un lugar en el que reine la buena temperatura, la tranquilidad y paisajes de lo más variados, la oferta parece reducirse de forma notable. De ahí que esta isla francesa sea perfecta, ya que tiene la peculiaridad de albergar 10 pueblos mágicos.

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Una isla experta en la ostricultura

La Île de Ré es el destino ideal para unas vacaciones. Se trata de un lugar en el que resuena desde hace siglos la imperiosa llamada de la naturaleza. En verano, se convierte en el destino escogido por muchos parisinos para pasar sus fines de semana.

Pero lo cierto es que sigue siendo un entorno dominado por la tradición: los sauniers cosechan sal en salinas ancestrales, los agricultores trabajan en patatales familiares y los artesanos destilan ginebra vodka con patatas ratte de cultivo casero y algas recolectadas en la costa. Por ello, una de las recomendaciones es alquilar una bicicleta en el puerto pesquero de St-Martin-de-Ré y disfrutar de un paseo de cuento, como indican en el libro Islas del mundo, de Lonely Planet.

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Los nacidos y criados en Île de Ré tienen la habilidad especial de saber si una ostra ha sido criada en el mar o en las marismas solo con probarla. Esto se debe a que la ostricultura ha dado forma al litoral insular desde la Edad Media. En la actualidad, los 60 ostréiculteurs producen unas 10.000 toneladas de ostras al año. Los turistas tienen la posibilidad de degustarlas en toscas mesas de madera cara al mar.

Su principal encanto: 10 pueblos con un ambiente muy peculiar

La ciudad de Saint-Martin-de-Ré en la Île de Ré, Francia. (Shutterstock)
La ciudad de Saint-Martin-de-Ré en la Île de Ré, Francia. (Shutterstock)

La mayor joya de la Île de Ré es que concentra 10 pueblos en sus 89 km2, con características y paisajes atípicos que le dan un gran encanto a la isla:

  • Sainte Maire de Ré
  • Rivedoux Plage
  • La Flotte
  • Le Bois Plage en Ré
  • St Martin de Ré
  • La Couarde sur Mer
  • Loix
  • Ars en Ré
  • Les Portes en Ré
  • Saint Clément des Baleines

Además, dispone de unas vistas marinas y rurales, de dunas, landas, bosques, marismas, pinedas, playas de arena fina… A todo ello se suman callejones florecidos y casas blancas tradicionales con postigos verdes. Esta arquitectura típica hace que la isla se conozca como Ré la Blanche.

La variedad de pueblos de la isla genera un mosaico de paisajes que dejan sin respiración, un patrimonio insular único y un estilo de vida que mantiene un rico pasado histórico. Asimismo, no hay que olvidar que aquellos que centren en este paraíso sus vacaciones, podrán descubrir tradiciones culinarias maravillosas.

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Por si esto fuera poco, hay que tener en cuenta el clima suave que tiene durante todo el año gracias a su situación geográfica en el océano Atlántico y la corriente marina cálida del Golfo que baña sus costas. Esto explica que la isla disfrute de unas 2.600 horas de sol al año, al nivel de Córcega o del sureste de Francia. En definitiva, en verano, el calor intenso se acentúa por la proximidad del mar y, en invierno, las temperaturas son suaves.

Qué hacer en la Île de Ré

Playa de La Conche des Baleines en la isla de Île de Ré, Francia. (Shutterstock)
Playa de La Conche des Baleines en la isla de Île de Ré, Francia. (Shutterstock)

Basta con un fin de semana para poder adentrarse en profundidad en la Île de Ré, aunque esta isla permite llevar a cabo distintos planes, que cuenta Lonely Planet en su libro ‘Islas del mundo’. Uno de ellos es acudir a Banc du Boucheron, una isla efímera con una playa de arena que emerge del océano con marea baja y a la que solo se puede llegar en barco.

Otra opción es visitar el Pharo des Baleines, el faro de la isla que premia a quienes suben los 257 escalones hasta su linterna escarlata. O acudir a Cabane de la Patache, en sus inicios, un puesto de gofres que es ahora el palco ideal para contemplar preciosas puestas de sol.

También se aconseja desplazarse hasta Conche des Baleines, una playa de arena que cambia de color en función de las mareas, el tiempo y la hora del día. No hay que irse de la isla sin descubrir el Monte Knockmore, con anchas vistas a la bahía de Clew y la montaña de Croagh Patrick, lugar de peregrinación en tierra firme, que es el punto más alto de la isla (461 metros).

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