La segunda investidura derivada de las elecciones del domingo 23 de julio ha sido exitosa. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, no consiguió los votos necesarios el pasado 27 de septiembre, pero Pedro Sánchez sí obtuvo los apoyos de los grupos parlamentarios para ser reelegido. El máximo dirigente del PSOE seguirá en la Moncloa gracias a los 179 votos a favor (y 171 en contra) de los diputados tras pactar con Junts per Catalunya y ofrecerlas la ansiada amnistía abanderada por Puigdemont. Por todo ello, el debate de investidura estuvo plagado de polémica, incluida la votación fuera del Congreso.
Tal y como ha podido constatar Infobae España, en el momento de la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno, se colgaron varias banderas de España con crespones de luto en ventanas del Congreso que dan a la calle Cedaceros. Las Mientras en el interior todo eran abrazos y felicitaciones entre socialistas y partidos de izquierdas, en el exterior se han congregado unos 200 manifestantes para protestar en contra del presidente reelegido, según los datos de la Delegación del Gobierno. Otras 200 personas se han manifestado también en Neptuno con banderas de España.
Los despachos de los que cuelgan las banderas son los de Vox, situados en las últimas plantas del segundo edificio de ampliación del Congreso y sus ventanas dan a la Carrera de San Jerónimo, por lo que las banderas colgadas alteran el aspecto uniforme de la fachada de la sede parlamentaria.
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Los concentrados en Neptuno han iniciado movimientos violentos al zarandear las vallas, al mismo tiempo que vociferaban consignas como “no es un presidente, es un delincuente” y “una noche más, todos a Ferraz”.
Ante estos actos, los antidisturbios han ajustado su posición, avanzando la línea de defensa y colocándose los cascos. “¡Una noche más, vamos a Ferraz¡”, gritaban en referencia a las protestas que desde hace dos semanas se repiten frente a la sede del PSOE de Madrid. También han coreado el “¡A por ellos!”.
Hostigamiento a diputados socialistas
Tanto las negociaciones como el debate de investidura han estado envueltos en un ambiente de crispación, con pequeñas concentraciones en los aledaños de un Congreso blindado, y la continuación de las protestas en la sede central del PSOE. En medio de esta tensión, agitada por la ultraderecha, dirigentes socialistas han sufrido ataques y acoso.
Este hostigamiento también se ha producido en el segundo día de la cita de la investidura, cuando los diputados Herminio Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià han sido acosados e insultados antes de su llegada a la Cámara Baja.
“Los diputados han avisado a la Policía, que les ha escoltado hasta el Congreso. Todo ello entre gritos, insultos, amenazas y lanzamiento de huevos, uno de los cuales ha impactado contra la cabeza del diputado Sancho. Los agresores han sido identificados por la Policía y el PSOE interpondrá la consiguiente denuncia”, han narrado fuentes socialistas.