Así es cómo debes utilizar los frenos del coche, según la DGT

La Dirección General de Tráfico recomienda una conducción suave y tranquila para evitar que los sistemas de frenado fallen.

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Un conductor usando el móvil
Un conductor usando el móvil al volante.

El sistema de frenado resulta fundamental para mantener seguridad mientras conducimos, ya que, permite poder detener el vehículo siempre que sea necesario e ir adaptando la velocidad en función de las necesidades de la circulación. Esta adaptación también permite que el vehículo pueda tomar la distancia de seguridad necesaria para llevar a cabo una circulación con la mayor protección posible.

Por estas razones, resulta vital que los conductores sepan utilizar los sistemas de frenada de forma adecuada. Para ello, se deben mantener los sistemas de frenado en las mejores condiciones para garantizar su perfecto funcionamiento. La Dirección General de Tráfico pone especial énfasis en los sistemas de frenado, después de detectar durante 2021 que el 13% de los defectos graves localizados en las Inspecciones Técnicas de Vehículos estaban relacionados con el mal funcionamiento de los sistemas de frenado.

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En situaciones normales de conducción, se recomienda utilizar el freno de manera moderada, evitando excesos y aplicándolo con suavidad, según apuntan los expertos de la Dirección General de Tráfico. Una conducción tranquila y equilibrada, sin aceleraciones o frenadas bruscas, contribuye a prevenir y proteger los sistemas de frenado. Además, garantizan un viaje mucho más seguro y cómodo para los ocupantes del vehículo.

Por otro lado, es relevante señalar que el uso excesivo de los sistemas de frenada puede aumentar la probabilidad de acelerar el desgaste de las pastillas y discos de freno. Además, las frenadas repentinas no solo generan incomodidad, sino que también aumentan el consumo de combustible, por lo que una condución demasiado brusca afecta, a largo plazo, a nuestro bolsillo.

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Según las estimaciones de la Dirección General de Tráfico, se puede llegar a incrementar el consumo de combustible entre dos y cuatro litros por cada 100 kilómetros. En última instancia, al igual que con otros componentes del vehículo, nuestro estilo de conducción también influye en el desgaste del coche, lo que puede generar mayores gastos de mantenimiento aumentando la probabilidad de averías.

La importancia de conducir encarrilado

La Dirección General de Tráfico insta a los conductores a conducir “encarrilados”. Esto es, seleccionar bien los carriles por donde van a circular con antelación y respetar las marcas viales, especialmente las que delimitan los giros a la derecha o izquierda. Esto cobra especial relevancia en el entorno urbano, ya que es habitual que existan carriles específicos para realizar los giros. En carretera, las salidas suelen encontrarse a la derecha.

En esta línea, Tráfico resalta, además, la importancia de guardar la distancia de seguridad con el resto de vehículos. Los impactos por alcance suelen ser los más comunes en la conducción por el entorno urbano, por lo que también debemos dicha distancia, tanto frontal como lateral, respecto a los vehículos junto a los cuales circulamos.