Antes de que diera comienzo la segunda jornada de investidura, el diputado del PSOE por Teruel, Herminio Sancho, fue objetivo, junto a otros diputados socialistas, de un ataque cerca del Congreso mientras salía de un bar donde desayunaba. Han sido agredidos por un grupo de personas que se congregaba en los alrededores del Congreso para mostrar su oposición a la investidura de Pedro Sánchez.
Los diputados han tenido que ser escoltados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han blindado el Congreso de los Diputados estos días para evitar cualquier altercado tras las protestas violentas en las inmediaciones de la sede de los socialistas en la calle Ferraz de Madrid.
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El dispositivo se ha instalado en la entrada y salida del Palacio de la Carrera de San Jerónimo durante los dos días de la investidura. Además, se ha instado a los diputados y trabajadores del Congreso a modificar sus rutinas habituales y a evitar salir a restaurantes o locales de ocio durante estos días y los siguientes, con el fin de evitar hostigamientos o agresiones por parte de radicales, según detallaron fuentes parlamentarias.
12 días de asedio a la sede del PSOE
La decimotercera noche de protestas contra la amnistía en los alrededores de la sede del PSOE en Madrid ha terminado con incidentes en los que han sido detenidas 14 personas y otras 9, entre ellas un policía, han tenido que ser atendidas por los servicios sanitarios por contusiones de carácter leve. La manifestación, en la que han participado unas 2.000 personas según la Delegación del Gobierno, transcurrió de forma tensa casi desde el principio y en medio de un dispositivo de seguridad mayor que el de jornadas precedentes coincidiendo con la celebración del pleno de investidura de Pedro Sánchez.
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Como en jornadas anteriores, una vez que buena parte de los manifestantes habían ido abandonando la concentración, los congregados más radicales empezaron a cobrar protagonismo y a lanzar bengalas, botellas y otros objetos a las fuerzas de seguridad. En varias ocasiones, los antidisturbios pidieron a los manifestantes que dejaran de lanzar objetos y que no tratasen de violentar las vallas colocadas para evitar el paso a la sede socialista.
Pasadas las 22:45 horas los agentes cargaron y lanzaron pelotas de goma para dispersar a los manifestantes, que respondieron con nuevos lanzamientos de objetos. Las cargas se reprodujeron poco después en las calles aledañas de Marqués de Urquijo y Juan Álvarez de Mendizábal, en la que algunos radicales hicieron barricadas con contenedores de basura. También se produjeron cargas en las calles Princesa y Alberto Aguilera, algunas de las más importantes de esa zona de Madrid, ya más alejadas de la sede socialista y a las que los disturbios apenas habían llegado en ocasiones anteriores
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Los agentes detuvieron en los incidentes a catorce personas, según cifras provisionales de la Delegación del Gobierno en Madrid. Fuentes del Samur-Protección Civil informaron de que durante la noche atendieron a nueve personas con heridas leves, la mayoría por sufrir contusiones. Uno de los heridos es un policía. Los servicios sanitarios no efectuaron ningún traslado hospitalario. La cifra de manifestantes de miércoles fue ligeramente superior a la de los últimos días, pero está lejos de las hasta 8.000 personas que se reunieron algunas de las noches de la semana pasada, en las que también acabó habiendo incidentes considerables entre policías y manifestantes.