El policía que ordenó la ‘patada en la puerta’ en un piso durante la pandemia: “Parecía una discoteca, no había otra opción”

El subinspector al mando del operativo ha defendido ante el juez que la actuación fue “proporcionada, necesaria y conforme a derecho”

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Vídeo policial de la 'patada en la puerta' de la calle Lagasca (Infobae España)
Vídeo policial de la 'patada en la puerta' de la calle Lagasca (Infobae España)

“Proporcionada, necesaria y totalmente conforme a derecho”. Así ha definido ante el juez el subinspector de la Policía Nacional al mando del operativo la entrada a un piso de la calle Lagasca de Madrid donde se estaba celebrando una fiesta durante la pandemia, una actuación conocida como ‘patada en la puerta’ y cuyas imágenes se hicieron virales por la grabación de los jóvenes que se encontraban en el interior.

La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado la segunda sesión del juicio con jurado popular, en la que han declarado los seis agentes que se sientan en el banquillo acusados de un delito de allanamiento de morada. La acusación particular, que representa al morador del piso, pide dos años y medio de cárcel y una indemnización de casi 7.000 euros por los daños materiales y morales ocasionados. Por contra, la Fiscalía y las defensas de los policías solicitan su absolución.

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El primero en responder a las partes ha sido el subinspector al mando del operativo. Ha relatado, a preguntas del abogado Juan Gonzalo Ospina, que los vecinos del edificio llevaban “varios días” llamando a la policía por la música y los ruidos que procedían de un piso aparentemente turístico. Cuando llegaron a la puerta, comprobaron que las personas que estaban en el interior estaban incumpliendo varias de las restricciones en ese momento vigentes en el marco del estado de alarma. Era marzo de 2021.

El acusado ha reiterado que no solicitaron una autorización al juzgado de guardia para acceder al domicilio, al entender que dentro se estaba cometiendo un “delito flagrante”, en concreto un delito de desobediencia grave por la negativa de los jóvenes, desde detrás de la puerta, a identificarse pese a que los agentes se lo pidieron “hasta en 28 ocasiones”.

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 Juicio de la denominada 'patada en la puerta' (Europa Press)
Juicio de la denominada 'patada en la puerta' (Europa Press)

Otros compañeros que habían acudido en días anteriores al mismo piso por los avisos “desesperados” de los vecinos “se dieron la vuelta”, pero el subinspector ha defendido a capa y espada su decisión: “Lo voy a hacer siempre. Lo hago por seguridad, es mi obligación”.

Finalmente, los agentes hicieron uso del ariete para derribar la puerta del domicilio y acceder al interior, como constataron las grabaciones tomadas por los jóvenes y las cámaras individuales de los funcionarios. Una vez dentro, el acusado ha dicho que el inmueble “parecía una discoteca” y, a su juicio, no era una vivienda habitada, sino un piso que “se alquilaba para hacer fiestas”.

Alerta antiterrorista y la defensa del ministro del Interior

A preguntas de su abogado, Juan Antonio Frago, el subinspector ha recordado que, como ahora, el país se encontraba en nivel 4 de alerta antiterrorista y en el interior del piso al que accedieron había personas que no sabían quiénes eran, incluidos varios “árabes”. La intervención de los agentes en la calle Lagasca tuvo una notable repercusión mediática y fue defendida públicamente por el ministro del Interior, ahora en funciones, Fernando Grande-Marlaska.

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