Fede Valverde se ha pronunciado por primera vez sobre el incidente que tuvo con Alex Baena el pasado mes de abril tras la disputa del Real Madrid-Villarreal en el Santiago Bernabéu. El jugador uruguayo agredió al centrocampista andaluz en el parking del estadio porque, según la versión del entorno del charrúa, en un partido semanas antes Baena le espetó “llora ahora que tu hijo no va a nacer”. Siete meses después de aquel incidente, Valverde ha dado su versión sobre lo sucedido.
“Después de un partido contra el Villarreal, todo se fue a pique. Todo el mundo leyó los titulares. Todos saben los dos lados de ‘la historia’. No quiero volver a traer a la luz estas cosas horribles otra vez. Todo lo que quiero decir es… En una cancha de fútbol, podés decirme lo que quieras, y no me va a molestar. Soy uruguayo, por Dios. Pero hay ciertas líneas que no hay que cruzar. No como futbolista, sino como ser humano. Hablá sobre mi familia… y esto ya no es más fútbol”, comienza Valverde.
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“No me arrepiento de nada”
Para el jugador blanco, aquel día se cruzó la línea. “¿Debería haber reaccionado? Quizás no. Quizás tendría que haber vuelto a casa a compartir una hamburguesa con mi hijo, a comerme unos nuggets y a mirar dibujitos. Pero soy un ser humano, y a veces tenés que saber plantarte por vos mismo y por tu familia. Me dolió ver que los medios me describieran como un tipo violento, se dijeron muchas mentiras que luego se probaron que no eran verdad. Pero honestamente puedo decir que no me arrepiento de nada, porque me hizo crecer todavía más como persona, e hizo que nuestra familia estuviera más unida que nunca. Gracias a Dios, después de ese día negro, las cosas empezaron a mejorar”.
“Cuando ese año ganamos la Champions League, sentí que por fin había podido dejar mi marca en el Real Madrid. Unos meses más tarde nos enteramos de que estábamos esperando otro hijo, y nos sentimos tan, pero tan felices… Durante los primeros meses, todo iba perfecto. Pero un día mi mujer fue a ver a su médico para hacerse unos estudios, y allí fue cuando el mundo se nos vino abajo. El doctor nos dijo que el embarazo estaba en un muy alto riesgo, y que había apenas una pequeña posibilidad de que mi hijo sobreviviera si el embarazo continuaba. Iba a tener que controlar la situación por el próximo mes, pero hasta entonces, nosotros no podíamos hacer nada más que esperar. Imagínate lo que es escuchar esas palabras. ‘Tu bebé probablemente no lo logre’. No puedo describir el dolor”.
Aquellos duros momentos relatados por Valverde acabaron pasándole factura dentro del terreno de juego. “A veces no jugaba bien, lo sabía, y podía escuchar los pitidos de los hinchas. Después del partido tocaba responder las preguntas de la prensa, y no quería mostrar mis emociones o decirle a la gente lo que estaba pasando. Era un puto infierno. Mi consejo para cualquiera que esté atravesando una situación similar es que no hay que ser un testarudo como fui yo. No hay que sufrir en silencio. Después de un mes y medio de un infierno absoluto, recibimos la mejor noticia de nuestras vidas. Las ecografías estaban mucho mejor, y por suerte parecía que el embarazo estaba en condiciones de continuar. Por supuesto, para llegar a término fue un periodo increíblemente tenso. Hasta que finalmente pudimos tener a nuestro hijo en los brazos, no queríamos ni respirar. Pero gracias a Dios, en junio, nuestro hijo Bautista llegó al mundo”, sentencia.