El 40% de las mujeres con discapacidad sufre violencia de género: “Hay que garantizar recursos como un empleo digno porque te hace sentir capaz”

Según un estudio de Inserta Empleo, el propio maltrato llega a provocar algún tipo de discapacidad a casi tres de cada diez víctimas que no lo tenían

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Una mujer ciega acompañada por
Una mujer ciega acompañada por su perro guía. (Europa Press)

La violencia machista no entiende de edad, condición económica, social o física, pero apenas existe información sobre cómo afecta a las mujeres con discapacidad. De ahí la importancia del estudio Ojo al dato. Visibilidad de una realidad oculta a través del dato: mujer, discapacidad y violencia publicado este martes por Inserta Empleo, que indica que el 40% de las mujeres con discapacidad sufre este tipo de violencia, un maltrato que, además, llega a provocar algún tipo de discapacidad a casi tres de cada diez víctimas que no lo tenían.

El informe, que muestra la mayor prevalencia de la violencia de género entre las mujeres con discapacidad respecto a las que no tienen (que es el 32%), ha sido elaborado con los testimonios de más de 1.600 víctimas con discapacidad que la entidad de Fundación ONCE ha acompañado en la búsqueda de empleo desde 2020. Por ello, reclaman más recursos y adaptar las campañas de sensibilización a esta realidad.

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“La violencia de género no solo sustrae la seguridad física, sino también la sensación de autonomía y de dignidad. Al diseñar intervenciones específicas, estamos reconociendo que la respuesta no puede ser genérica, sino que debe ser adaptada para abordar las necesidades únicas de estas mujeres y garantizar que tengan un acceso y unos recursos vitales como un empleo digno, porque sin esto no conseguiremos que avance la situación”, ha asegurado Virginia Carcedo, secretaria general de la fundación ONCE y de Inserta Empleo, durante la presentación del informe. “El empleo no sólo aporta independencia económica, sino que refuerza la autoestima, haciéndote sentir capaz”, ha subrayado.

De hecho, el estudio indica que siete de cada diez mujeres con discapacidad que sufren maltrato machista está desempleada y el nivel de estudios predominantes es la educación obligatoria. Además, la franja de edad en la que se producen más situaciones de violencia es entre los 45 y 55 años.

Carcedo explica que el informe no es solo una radiografía de la situación que afecta a estas mujeres, sino “un firme paso hacia delante en la erradicación de la violencia de género en todos sus matices”. Asimismo ha destacado que abordar esta violencia es “una responsabilidad moral y componente esencial para crear una sociedad justa y equitativa”. “Esa una obligación de las instituciones que trabajamos en esto, pero también de la sociedad”.

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El maltrato empeora el grado de discapacidad de las víctimas

Más de la mitad de las mujeres que participan en el estudio, 57,6%, señalan que la discapacidad es previa a la violencia de género sufrida, frente al 27,6% que afirma es consecuencia de la violencia vivida. El estudio también indica que el maltrato ha empeorado la salud del 13,4% de las mujeres y su grado de discapacidad.

El miedo a represalias, a perder a sus hijos o no ser consciente de que se está viviendo una situación de violencia de género, entre otros motivos, hace que el 35,4% de las mujeres no hayan denunciado y el 4,3% hayan retirado la denuncia.

“La discapacidad es utilizada como argumento para mantenerlas fuera del mercado laboral, impidiendo su independencia económica y también es utilizada como arma para la vejación y el insulto convenciéndolas de que nadie más que él las puede querer”, ha señalado por su parte la coordinadora del estudio, Cristina Silván Sotillo.

Varias personas sostienen un hilo
Varias personas sostienen un hilo morado durante una concentración contra la violencia machista en la Puerta del Sol, Madrid. (Matias Chiofalo - Europa Press)

Siete de cada diez víctimas salen del ciclo de la violencia

El 98,2% de la violencia que sufren se produce el entorno de la pareja o familia: 91,6% es psicológica emocional, 71,9% de control, 72,1% física, 43,2% económica, 32,1% sexual y 9,4% vicaria.

Las mujeres que son madres con carga familiar son las más vulnerables ante la violencia vicaria, que es más frecuente entre mujeres con discapacidad física; sin embargo, tener hijos facilita denunciar al maltratador, ha destacado el coordinador de Estrategia de Datos de Fundación ONCE e Inserta Empleo, Luis Enrique Quifez.

Más de siete de cada diez víctimas con discapacidad han logrado salir del ciclo de la violencia, se encuentra fuera de peligro y el agresor no tiene acceso a la víctima por ningún canal; el 2,9% aún convive con el maltratador.

El experto ha destacado la importancia de facilitar información ante estas situaciones a las víctimas y ha recordado que las mujeres atendidas por este programa han pedido ayuda a las instituciones públicas el 76 %, ha recibido apoyo de los servicios sociales el 55%, de servicios legales el 40%, sanitarios el 24% y ha estado en casas de acogida el 13%.

La mitad de las mujeres que han sido acompañadas en este proyecto de búsqueda de empleo, que actualmente ascienden a más de 2.100, vive con sus hijos, casi el 90% tiene cubiertas sus necesidades básicas con dificultad y el 57% recibe ayudas económicas relacionadas con su discapacidad.

“Hay un repunte de mujeres con discapacidad que acude a nuestros servicios, puede ser el boca a boca, pero también que las víctimas no se ven acompañadas y atendidas por los servicios que deberían hacerlo”, ha concluido Carcedo.

(Con información de EFE)

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