Un año más, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de la capital estarán presentes en la feria de turismo por excelencia, Fitur, que se celebra en Ifema entre el 24 y el 28 de enero de 2024. Para vender todas las bondades de la región y seguir atrayendo turistas, ambas administraciones acaban de licitar conjuntamente el contrato para “la construcción, montaje y desmontaje, puesta en funcionamiento, mantenimiento y prestación de servicios accesorios (limpieza, wifi, seguridad y catering)” del estand con el que participarán en este evento. El precio de partida, IVA incluido, es de 524.000 euros. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 20 de noviembre.
Como en años anteriores, Comunidad y Ayuntamiento han acordado estar presentes con un estand conjunto de 1.448 metros cuadrados, “para aprovechar así las sinergias y mejorar la eficiencia en el gasto”, según la memoria justificativa del contrato. “El turismo es un sector vital en la economía madrileña, y por ello se considera necesario en esta labor de promoción dar una mayor visibilidad a la imagen turística de la Comunidad de Madrid y su ciudad”.
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La Comunidad y el Ayuntamiento justifican que no disponen “de los medios materiales ni personales suficientes que permitan gestionar y dar soporte a este contrato”, vital para “la promoción del sector turístico madrileño a nivel nacional e internacional”. La región cerró 2022 con la visita de 6,03 millones de turistas internacionales, casi tres veces más que en 2012, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El gasto medio por turista se situó en 1.591 euros, un 11,33% más que durante el año 2021. En cuanto a la duración media del viaje fue de 5,7 días.
El stand estará dividido en dos espacios, con un diseño unificado, que permitirá, además de la optimización de los recursos públicos, comunicar un mensaje común sobre los destinos Madrid ciudad y comunidad en los 1.448 metros cuadrados disponibles. Al Gobierno regional le corresponden 769 metros y al Ayuntamiento 679 metros, “pudiendo establecerse en función del diseño una segunda planta cuyo tamaño máximo no excederá de los 400 metros manteniendo igual porcentaje de participación y sin que ello suponga incremento en las aportaciones económicas establecidas para ambas partes”.
La empresa que gane el contrato debe ser capaz de “transmitir la idea de la rica oferta cultural y de las innumerables actividades a través de las cuales el turista puede experimentar diversas emociones. Plasmar las muchas posibilidades turísticas que se ofrecen al visitante (cultura, patrimonio histórico, parajes naturales en los que se pueden realizar diversas actividades de turismo de naturaleza, gastronomía, ecoturismo, grandes eventos deportivos...)”. En definitiva, “se trata de un espacio expositivo con el objetivo de promocionar un turismo de calidad que ofrece un amplio abanico de posibilidades”.
Reciclaje
Ambas administraciones exigen que el estand se construya con paneles de material fabricado con compactado de papel reciclado de las distintas plantas de reciclaje de la comunidad de Madrid. También se creará un techo móvil de luminarias fabricado con tubo de cartón reciclado, “de esta forma se plantea una reflexión sobre lo efímero y lo transitorio generando nuevas oportunidades de generación de paisaje para materiales cuyo ciclo de vida se considera acabado”. Es importante también que en el escenario del estand se puedan realizar eventos teatrales, conciertos, conferencias, además del visionado de un video promocional”.
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Los “azafat@s” que trabajen esos cuatro días de feria en el estand de Madrid “deben ser mucho más que una cara bonita o un busto parlante. Deben ser ingeniosos, divertidos sin caer en lo bufonesco y sobre todo deben tener nociones más que básicas sobre lo que está pasando frente a ellos y así poder entrevistar a los potenciales invitados, (por ejemplo, un chef) y deben ser amables con los visitantes que quieran participar. La oferta deberá incluir la contratación de estos azafatos, así como su vestuario”.
El estand físico de Madrid en Fitur no es el único gasto que tendrán que afrontar ambas administraciones para promocionar el turismo madrileño. En la anterior edición, por ejemplo, celebrada este año, la Comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso pagó 15.972 euros a Mario Vaquerizo por protagonizar un vídeo promocional de Madrid. Por 3.000 camisetas que se repartieron en Fitur el Ejecutivo autonómico abonó otros 13.612 euros. Por 4.000 lapiceros desembolsó 6.316 euros. Por 360 libretas de la marca Moleskine otros 8.786,05 euros. Y por 300 botellas de vermú como regalo institucional sumó 889,35 euros más.